sábado, 27 de junio de 2020

MILAGROSO OSASUNA - LEGANÉS 27-VI-2020

Victoria de Osasuna contra el Leganés en la trigesimosegunda jornada de la liga Santander. Un 2-1 que supone mucho aunque no todo. Este resultado para nada refleja lo visto sobre el terreno de juego ya que los rojillos han hecho un partido para olvidar. Penosamente jugado pero resuelto de manera satisfactoria. Empero, es el marcador final lo que cuenta y no la imagen que ofrecida en las pantallas de los aficionados.

El Leganés del "vasco" Javier Aguirre ha puesto el fútbol y Osasuna los goles; jugó muchísimo mejor el equipo pepinero pero fueron los navarros los que se llevaron los puntos a la buchaca. En parte recordó el partido de la ida (el del estreno liguero) donde los madrileños atacatron sin cesar, marcaron goles pero fueron anulados por el videoarbitraje para en los minutos finales anotar el Chimy y regresar con tres punticos de oro.

Parecido guión es el vivido en la tarde de este sábado. El míster Yagoba Arrasate puso como novedad a Fran Mérida en el once titular acompañando a Darko Brasanac; en punta se situaban  Enric Gallego y Adrián López. Un esquema que a priori denotaba calidad técnica en búsqueda de la victoria. Así fue puesto que en el nueve de partido se estrenó Enric Gallego como goleador. Marcó con una espectacular chilena un centro de Fran Mérida.

Las cosas se ponían de cara para los nuestros con un gol tempranero; podían llevar el ritmo del encuentro y mover la pelota con fluidez aprovechando las aberturas de los contrarios. Nada de eso. Osasuna se arremilgó y dejó que la iniciativa corriera a manos del conjunto visitante. Tres oportunidades dispuso el cuadro madrileño, además de otras tantas llegadas con mucho peligro al área de Sergio Herrera. Incluso en una de ellas un delantero del Lega se las vio con nuestro portero vis a vis. Se veía que el 1-0 era insuficiente para mantenerlo hasta el final. Se precisaba sentenciar y rematar la faena. En todo caso, los rojillos no gozaron de ninguna ocasión clara más hasta el minuto noventa y dos. Lo que se vivió entre medio fue una verdadera agonía.

El segundo tiempo fue un verdadero despropósito osasunista. Nada funcionaba salvo Sergio Herrera. Y gracias. No existía el centro del campo, menos la delantera y los defensas estaban desbordados. A los dos minutos tuvo una llegada Enric Gallego a puerta pero en vez de tirar buscó asistencia y truncó una oportunidad. Los del Leganés en cambio pusieron fe y buen fútbol hallando premio en un golazo de Javier Avilés en el minuto cuarenta y nueve. Disparó desde fuera del área y la coló por toda la escuadra. No acabó ahí el repertorio de los de Aguirre; dominaban todos los espacios, movían el balón con mucha facilidad, lo recuperaban, cortaban contrataques y tuvieron varias ocasiones para marcar. Una de ellas fue de Kevin Rodríguez con un fuerte chut que desvió en gran estirada Sergio Herrera.

Como nada funcionaba,  Arrasate hizo sus relevos. Cambió la media de Brasanac-Mérida por la de Íñigo Pérez-Jon Moncayola. Luego salió Kike Barja por Roberto Torres, Antonio Lato por Rubén García mientras Marc Cardona sustituyó a Adrián López. Pero nada cambió porque Osasuna no jugaba a nada y su adversario a todo. Menos mal que el marcador se mantenía inalterado siendo lo único positivo visto lo visto. Hasta el setenta y seis Osasuna no disparó a los tres palos y sin mucho peligro. Para mirárselo. No era descabellado el comentario del gran periodista deportivo Julio Maldonado "Maldini": el Leganés merecía la victoria por su despliegue y tesón en pro del triunfo.

Sin embargo, esto es fútbol y lo que mandan son los goles. Sorprendentemente, Osasuna sólo despertó en el noventa y dos disputando los cuatro últimos minutos del descuento cuando todo parecía indicar empate u otro gol del Leganés. Primero fue Marc Cardona quien tuvo la ocasión de anotar; cayó el esférico dentro del área pepinera pero su disparó lo atajó el portero Pichu Cuéllar. Dos minutos después fue Enric Gallego quien se internó en el área por la izquierda para lanzar un potente disparo; de nuevo el cancerbero intervino desviándola a córner. Se lanzó éste y apareció San Fermín en la testa de Enric Gallego; saltó más que dos defensas rivales marcando de cabeza por toda la escuadra. Quedaba minuto y medio pero ya no se vieron más cosas. Los tres dorados puntos se quedan en Pamplona. Increíble, pero cierto.

Cuanto peor estaba la cosa, se obró el mejor de los milagros. No hay otra explicación posible. San Fermín está dispuesto a congraciar a sus fieles pamploneses a pesar de no celebrar su gran fiesta este año. Efectivamente, el partido de hoy es como para hacerle una ofrenda en la capilla de San Lorenzo. En medio de la agonía ha bendecido a su ciudad con una nueva esperanza. La afición lo merecía, quizá no tanto los jugadores por lo demostrado hoy en el césped del Sádar.

Recapitulando nos quedamos con lo mejor. La victoria permite superar la barrera de los cuarenta puntos en la clasificación. Osasuna sigue dependiendo de sí mismo para conseguir su objetivo y marca más distancia respecto a los tres últimos clasificados. Avanzar, avanzar y avanzar es lo que cuenta. Juéguese mal o bien lo relevante es el resultado final. Cada jornada que transcurre se ve más claro jugar de nuevo en primera, pero las matemáticas son tozudas y hasta que los números no cuadren hay que ganar, ganar, ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar, ganar, ganar y ganar, ganar, ganar...  Próxima parada en Eibar y a por todas. No hay otra.

Esto es fútbol y nadie regala nada como ha comprobado el Leganés en este día. Hay que esforzarse hasta el último minuto. Medítese. Así siiiiiiiiií. ¡Mucha, mucha fuerza! Valar dohaeris.

Otra perspectiva en Navarra.com:

miércoles, 24 de junio de 2020

OXIGENANTE ALAVÉS - OSASUNA 24-VI-2020

Victoria del C. A. Osasuna en la trigesimoprimera jornada de la liga Santander ante el Deportivo Alavés. Tres puntos que hacen sumar 38 y mirar hacia adelante en pro de la permanencia. El partido se puede resumir en pocas líneas. Osasuna dispuso de dos ocasiones y marcó una, lo justo para llevarse el gato al agua. Esto es lo que cuenta tras el pitido final porque en líneas generales el encuentro ha sido un verdadero aburrimiento para quien no le fuera el choque. Ambos conjuntos se jugaban lo suyo en la clasificación al compartir los mismos puntos, luego el triunfo supone un plus puesto que se marcan diferencias con un rival directo.

De entrada se apostó por una alineación semejante a la ya vista en Valencia, pero con la novedad de Sergio Herrera bajo palos mas Moncayola y Toni Lato en la titularidad. Era mucho lo que se disputaba sobre el césped de Mendizorroza. Tras la reanudación de la competición no se conocía la victoria todavía y sí dos reveses amargos, razón de más para jugarse el todo por el todo.

Sin embargo, el arranque del partido y el primer tiempo fueron ramplones por parte de ambos cuadros. Si acaso los alaveses llegaban con más determinación y peligro al área navarra, pero salvo un rechace que a punto estuvo David García de marcar en propia puerta y un remate de cabeza por parte de Joselu en el cuarenta, los vitorianos poco más hicieron.

Del lado rojillo, los muchachos de Yagoba Arrasate lo intentaban con más corazón que cabeza pero en ningún momento inquietaron la meta del cancerbero local. Tan sólo Rubén García era quien bregaba ante la media y la defensa alavesa pero era demasiada responsabilidad para un sólo hombre. Efectivamente, faltaba más y mejor acompañamiento en las tareas cerca del área rival. Ni una sóla vez se disparó a puerta en los primeros cuarenta y cinco minutos por parte de los nuestros. Un dato a tener en cuenta. El partido llevaba un desarrollo plano, de balones largos y no poco patadones, mucho tacticismo de los dos equipos y poca verticalidad a base de balones en profundidad. En suma, apático.

La segunda parte ofreció más de lo mismo. El Alavés se estiraba algo pero no hallaba portería, salvo en una ocasión en la que estuvo a punto de marcar tras una falta de entendimiento por los defensas osasunistas. Sergio Herrera poco tuvo que esforzarse en lo que restó de partido. Afortunadamente. Desde luego  la mediocridad desplegada por ambos equipos era tal que quien marcase primero se llevaría el partido.

Fue Osasuna en su segunda estocada. La primera fue con Aridane, quien tras un centro al área su remate con la rodilla no halló red. Fue la mejor ocasión en todo el partido para los de Arrasate. Ya en el sesenta y cuatro, Toni Lato marcó su primer gol con la camiseta rojilla y a la postre el de la victoria. Un balón bombeado al área fue controlado medianamente por Enric Gallego, quien a trancas y barrancas consiguió asistir a Lato que entraba por la izquierda como un obús lanzando un disparo al segundo palo sin que el guardameta alavés pudiera hacer nada. 0-1 y a mover fichas en los banquillos.

El míster del Alavés, Asier Garitano, realizó cuatro cambios para darle la vuelta a la adversidad pero Osasuna supo controlar bien balón y cerrar espacios debidamente. Salieron por los navarros Brasanac y Estupiñán por Rubén García y José Arnáiz, lo cual permitió dosificar fuerzas a la hora de manejar la pelota y evitar las contras del rival. Más tarde lo hizo Fran Mérida para los minutos finales que, paradójicamente, fueron de dominio osasunista hasta el pitido final. Se buscó el gol de la tranquilidad pero éste no llegó dado lo difícil que le resulta a este Osasuna marcar goles. En cualquier caso, lo importante ya estaba hecho. Se controlaba marcador y juego por lo que sólo quedó esperar al minuto final para entonar el alirón.

Alivio es lo que se siente ahora, al menos momentáneamente o para unos días. Osasuna se aleja provisionalmente de la zona caliente de la tabla a falta de siete finales para lograr la ansiada permanencia. Hoy se ha dado un pasito, pero resulta insuficiente hasta que las matemáticas digan: objetivo cumplido. Si esto puede ser el inicio de una racha de puntos hacia adelante, bienvenida sea.

Osasuna ha sabido medirse a un contrincante semejante a él marcando la diferencia en las ocasiones disfrutadas. Así es el fútbol en no pocas ocasiones; basta un poco de genialidad para torcer la balanza a tu favor. El sábado nos espera una final contra un rival de la mitad para abajo, el Leganés. Un encuentro que revela lo decisivo que puede ser marcar distancias con estas escuadras que se juegan el descenso. Veremos como se responde en este incierto final de temporada. Medítese todo lo escrito. Por de pronto así siiiiiiiií y ¡Mucha, mucha fuerza! Valar dohaeris.

Afinado comentario el de Navarra.com:


domingo, 21 de junio de 2020

MEDIO PENOSO VALENCIA - OSASUNA 21-VI-2020

Otra vez derrotados. La trigésima jornada de la liga Santander da un rapapolvo a Osasuna ante el Valencia C. F. en Mestalla. Ha sido un partido echado por la borda en la primera parte. La segunda ha estado bien dentro de lo que cabe, pero claramente insuficiente para levantar un 2-0 que se puso muy cuesta arriba ante un competitivo contrincante. Los jugadores rojillos han prolongado durante cuarenta y cinco minutos el desastre del miércoles pasado ante el Atlético de Madrid. Ha sido un verdadero desaguisado.

Se esperaba algo distinto para hoy y Yagoba Arrasate se decidió por una alineación como la dispuesta el día de la Real Sociedad. Sin embargo, el desconcierto era lo que Osasuna ofrecía ante las pantallas de televisión. Defensa coladero, errores garrafales, ausencia de presión, pérdidas constantes de balón y nulidad en el movimiento del balón era el juego de los nuestros. No existía otra cosa que ineficacia y carencia de ideas para poder traspasar las líneas del adversario. Un auténtico despropósito.

Ya a los dos minutos marcó Rodrigo en una jugada personal dentro del área pero el VAR lo anuló por fuera de juego. Eso sí, suspense a raudales para ver si se confirmaba el gol o no. No lo hubo pero fue un aviso a navegantes que los jugadores navarros no tomaron en cuenta. Diez minutos más tarde, Guedes marcó el primero con verificación del VAR incluída; la jugada fue un cúmulo de errores defensivos pues el delantero valencianista se fue de tres rojillos y a trompicones lanzó un balón a la cruceta anotando primorosamente.

Mal panorama en los primeros compases y lo siguió siendo el resto del primer tiempo. Ya en el treinta y cinco Rodrigo marcó tras una pifia de Unai García al pasar el esférico al centro del campo donde no había nadie de los suyos y sí Guedes. Éste arrancó con el balón a la contra para asisitir a Rodrigo, quien batió a Rubén Martínez. Un horror era lo que Osasuna estaba haciendo sobre el terreno de juego. Sus llegadas al área valencianista no tenían peligro y sólo al filo del descanso disparó a puerta Adrián López. La única vez en el primer tiempo. El cancerbero Cillessen lo detuvo gracias a su buena colocación. Lo peor de todo era que el Valencia hallaba petróleo estando a medio gas. Todo era por demérito de Osasuna. Se terminó así la primera parte y a descansar o reflexionar.

La reaunudación comenzó con tres cambios por parte del míster Arrasate. Salieron Roberto Torres, Rubén García y Enric Gallego por Marc Cardona, Raúl Navas e Íñigo Pérez. Había que cambiar el chip y al menos se logró. Había presión en el centro del campo, lo que permitía recuperar balones; se disponía de mayor tiempo de posesión del balón, se disparaba a puerta y el juego resultaba más fluido.

Con todo, la limitación de Osasuna de cara a puerta lastraba la posibilidad de marcar. Se hallaba el buen camino pero no se encontraba la red donde dejar el balón. Hubo ocasiones como la de Enric Gallego rematando de cabeza pero estrellando el balón en el travesaño. Oier también tuvo la suya con un cabezazo al segundo palo pero se marchó por poco. Roberto Torres disparó en dos ocasiones teniendo que bregar al portero local. Nada fructificaba y los minutos pasaban para impotencia del personal. Salió Fran Mérida para dar más creatividad pero su buena labor en el centro del campo no halló premio en la punta de ataque.

Ya son tres partidos desde la reanudación y el balance es muy pobre. Un punto de nueve posibles y sólo un gol a balón parado (de penalti). Números muy parcos que revelan que a este equipo le cuesta un mundo marcar. Asimismo, falta concentración desde el minuto uno de partido y sigue sin explicarse esta imagen de nulidad que ha mostrado durante buena parte del partido que a la postre le ha costado los tres puntos. La situación se tercia muy crítica y poco halagüeña a la vista del calendario que queda. Los equipos de abajo pueden ir recortando puntos mientras Osasuna se los deja por el camino.

El parón de liga no está sentando nada bien a los nuestros. Falta ritmo para aguantar noventa minutos, muchas rotaciones para complementarse bien, excesivos errores que facilitan el juego del contrario, lesionados que todavía no están la cien por cien, etc. Demasiadas lagunas para afrontar esta recta final de liga si se quiere depender de uno mismo y alcanzar la permanencia.

Próxima parada en Vitoria ante el Deportivo Alavés que está en la misma onda que Osasuna. Viene de perder estrepitosamente ante el Celta de Vigo, lo cual significa que tratará de resarcirse ante nosotros. Esto será comprobar quien es el menos malo de los dos. Por consiguiente, ambos conjuntos se van a jugar la vida o el ser o no ser el próximo miércoles 24 de junio. Habrá tiempo para comprobarlo. De momento, así noooo. Medítese. Mucha, mucha fuerza y Valar morghulis.

Os dejo para terminar con el comentario de Navarra.com:

jueves, 18 de junio de 2020

BOCHORNOSO OSASUNA - ATLÉTICO 17-VI-2020

Deprimente, vergonzante, sonrojante, humillante...no hay palabras que describan el duro correctivo sufrido por los jugadores de Osasuna ante el Atlético de Madrid. La vigésimo novena jornada de la liga Santander se salda con un ¡Ay! 0-5. Marcador que habla por sí sólo acerca de lo visto esta noche en un Sádar en plena remodelación y sin el calor de la afición. Estos factores no explicarían, por contra, lo acontecido en esta aciaga noche. Que el público del Sádar es elemento esencial en los resultados del equipo en casa está fuera de toda duda, pero de ahí no se pueden extraer excusas o posibles explicaciones.

Nada ha funcionado hoy; ni jugadores ni cuerpo técnico han sabido plantear un esquema de ataque ante el rival, muy difícil de antemano. Esto era algo harto sabido, razón de más para pensar bien qué era lo que se debía hacer en el duelo de hoy.

Duele, además, porque el Atlético del Cholo Simeone no se ha despeinado como para pensar que estamos ante un equipo que pueda pelear por el título. Nada de eso, simplemente el planteamiento táctico de los colchoneros ha sido mejor que el de Yagoba Arrasate y por goleada, valga la redundancia.

De entrada, el entrenador rojillo sacó varias novedades respecto al partido en San Sebastián. Salieron Lato, Aridane, Moncayola, Unai García, Roberto Torres, José Arnáiz y Enric Gallego de titulares, pero su actuación ha sido muy limitada ya que en ningún momento han sabido aportar frescura o intensidad ante un rocoso Atleti. Osasuna no llegaba a puerta y si lo hacía apenas inquietaba a Oblak, quien bien podía haberse ido a tomar un café que su portería hubiera quedado intacta.

Así llegó el gol del equipo madrileño por medio de Joao Felix en el minuto quince fruto de las aguas que hacía la defensa navarra, especialmente por banda derecha. Se reaccionó durante unos minutos pero a modo de destello, pues sólo fueron dos ofensivas con cierto peligro. Lo más amenazante fue un disparo de Jon Moncayola que salió fuera cerca del palo. Faltaba rasmia e inteligencia.

La segunda parte fue peor que la primera. Un Osasuna errático sin fuerza ni pegada trataba de hacer algo pero sin ideas claras. Definir cara arriba era una auténtica cuesta empinada. Ya se vio el día de la Real que Osasuna no terminaba de definir. Así, llegó el segundo gol de Joao Felix tras un error defensivo de la zaga navarra; una mala colocación habilitó a Diego Costa, quien asistió a su compañero para anotar.

Arrasate hizo cambios. Sacó a dos jugadores como Adrián López y Rubén García, que si bien estiraron al equipo no lograron cambiar mucho la mala imagen dada. La tuvo Adrián para marcar pero falló en su remate cara a puerta tras centro de Enric Gallego. Por su lado, el Atlético realizó cambios para contener y dar descanso a algunos de sus jugadores, lo que a la postre supuso neutralizar la nueva táctica del míster rojillo. Y con poco marcaron tres goles más (Morata, Llorente y Carrasco) en medio del desconcierto general de la defensa rojilla.

Osasuna estaba roto, maniatado, bloqueado y carente de ideas. Ni las pausas para hidratación sirvieron para parar el ritmo del Atlético o reordenar las líneas. Salieron Estupiñán y Nacho vidal, pero ni aun por esas. Más tarde lo hizo Marc Cardona pero ni aunpor esas. Nada funcionaba y se vio a un equipo rojillo totalmente diferente al visto el domingo pasado en la capital guipuzcoana.

¿Qué ha pasado? Los cambios en el once titular obedecen a necesarias rotaciones ante la acumulación de partidos en pocos días. De acuerdo. Pero lo visto sobre el césped del Sádar no es de recibo ni en categoría infantil. El equipo de todos los navarros se coloca en una complicadísima situación. El próximo partido es en Mestalla frente a un Valencia que se juega mucho. Osasuna parece desarmado, sin alma, sin cabeza y sin ánimos. Ni el más agorero podía esperarse algo como lo de hoy. Lo mejor será olvidarse pronto y centrarse en conseguir, cuando menos, un punto en tierras valencianas.

Cabeza fría, vista al frente, cuerpo erguido y paso al frente. No hay otra. Hay que dar el todo por el todo el próximo partido. Por orgullo, por profesionalidad, porque sí, por Osasuna. Esto es lo que hay y deben ser las armas a las que aferrarse para sacar esto adelante en esta crítica situación. Medítese, pero por de pronto así nooooo. Con todo, se desea mucha, mucha fuerza. Valar morghulis.

Atentos al fino análisis de Navarra.com:

El Atlético mandó y Osasuna obedeció

lunes, 15 de junio de 2020

SATISFECHO REAL SOCIEDAD - OSASUNA 14-VI-2020

Un punto más a la buchaca por 1-1. Eso es lo que se lleva el C. A. Osasuna en su visita al Reale Arena contra la competitiva Real Sociedad de San Sebastián. La vigésimoctava jornada de la liga Santander se cierra con resultado positivo para los nuestros. Por el rival de esta noche pero sobre todo por las circunstancias hiperextraordinarias al volver a la competición en medio de una pandemia. Los osasunistas podemos estar satisfechos de la cosecha del partido de este domingo, pues supone alejarse un poco más de la zona caliente de la tabla. Asimismo, han acompañado resultados de partidos trascendentales para los intereses de nuestro club. Por esto y más hay que estar contentos de lo conseguido en este día.

El partido comenzó de manera intensa por parte de los dos conjuntos. Ambos estaban dispuestos a hacer valer sus opciones en pro de sus objetivos en la clasificación. Como era lógico, correspondía a los realistas tomar la iniciativa jugando en casa pese a la ausencia de toda la afición churriurdin. Empero, los de Yagoba Arrasate han plantado cara desde el primer minuto para robarle la pelota al contrario y disputarle el dominio del juego. Osasuna trazaba jugadas cerca del área, cortaba ataques de los guipuzcoanos y mantenía un ritmo intenso a base de un gran esfuerzo físico. Sin duda, había mucho en juego a pesar de quedar diez partidos. 

De lado osasunista, Adrián López ha tenido una buena actuación en las inmediaciones del área contraria. Cogía la pelota y sabía muy bien como moverse para generar peligro en la portería de Remiro. No obstante, no se dispuso de ninguna ocasión medianamente clara para marcar. Tampoco la Real hacía más en sus llegadas a la puerta de Rubén Martínez. Las espadas estaban en alto por parte de los dos contendientes. En esta se estaba cuando una internada rojilla dentro del área terminó en mano del defensa donostiarra Le Normand; el colegiado del encuentro no lo dudó y pitó un penalti más que confirmado por el VAR. Adrián anotó la pena máxima en lo que es su primer gol como rojillo. El juego y ritmo eran de Osasuna ante una Real algo desconcertada que veía como unos de sus mejores hombres, Mikel Oyarzábal, estaba casi ausente del partido. Todo un síntoma de cómo marchaban las cosas a los navarros al término del primer tiempo.

Por el contrario, la segunda parte fue harina de otro costal. Los jugadores de Imanol Alguacil salieron en tromba en busca del empate y doblegaron a los osasunistas en todo momento. Rubén Martínez veía cómo su portería era acechada con sumo peligro. Con todo, Marc Cardona la tuvo para marcar el segundo de los de Pamplona pero erró en su tanteo con el portero realista. Una pena porque el balón salió lamiendo el segundo palo. Así las cosas, la Real Sociedad siguió apretando hasta que logró el tanto del empate por obra de Oyarzábal, quien recibió una asistencia de William José tras llevarse a dos defensas rojillos en el sesenta de partido. Eran los peores minutos de Osasuna sobre el terreno de juego puesto que perdía balones constantemente y sufría lo suyo.

Llegaron los cambios. El míster Arrasate cambió a sus dos delanteros (Adrián y Cardona) por Enric Gallego y José Arnáiz. Se buscaba más refresco en la punta para inquietar de nuevo a la zaga local, pero ésta defendía bien dentro de su área por lo que marcar se hacía harto complicado. Más tarde, salió Jon Moncayola por Oier Sanjurjo para frenar a la media de la Real y dar más aires a los nuestros en la posesión del balón.

Dichos cambios fructificaron ya que en la recta final del partido, Osasuna mejoró su juego hasta recordar al visto en el primer tiempo. Hasta pudieron marcar en dos ocasiones claras. La primera para José Arnáiz que interceptó un saque de balón del guardameta Remiro pero su rechace salió fuera por poco. La segunda ocasión fue para Darko Brasanac al rematar de espuela un balón dentro del área, pero también el esférico se marchó fuera por muy poco. No se pudo más y por lo visto en el terreno de juego hay que aplaudir el resultado conseguido.

Osasuna vuelve por sus fueros después de tanto tiempo sin actividad futbolística. Por un lado hay algo positivo. Físicamente los rojillos merecían cierto descanso para reactivar fuerzas de cara a la recta final de temporada. Por otra parte, tantas semanas sin entrenos de alto nivel supone resentirse de la falta de actividad y se generen bajas, caso de Roberto Torres o Rubén García. Cierto que esto es común a todos los equipos, pero habrá que ver cómo los osasunistas aguantan el tipo.

A día de hoy se ve intensidad e ideas para jugar pero también se percibe falta de definición cara a puerta que se antoja necesario corregir, si se puede. El próximo partido es contra el Atlético de Madrid con un Sádar sin público y a medio hacer. Veremos cómo responde nuestro equipo ante un conjunto que se juega puestos de Liga de campeones. Por mí, firmo el empate ahora mismo. 

Después de meses sin fútbol, se ha vuelto a la competición con ganas y fuerza. Esperemos que sean suficientes para afrontar este difícil final de liga. La afición  ausente seguirá apoyando a su equipo aun llevando mascarilla y desde la distancia. La pandemia está costando mucho, especialmente en vidas humanas. La normalidad ya no podrá ser la que conocimos, pues esta experiencia obliga a repensar muchas cosas. El fútbol no es ajeno a estos menesteres. Pero mutacioanes al margen, somos Osasuna y eso nunca va a morir. Por de pronto así síiii. Mucha, mucha fuerza. Valar dohaeris.

Nuevamente os recomiendo el análisis de Navarra.com:

SI TE ARRIMAS A LOS MEJORES, GRANDES Y BUENOS ALGO DE ELLOS SE UNIRÁ A TI.