sábado, 27 de junio de 2020

MILAGROSO OSASUNA - LEGANÉS 27-VI-2020

Victoria de Osasuna contra el Leganés en la trigesimosegunda jornada de la liga Santander. Un 2-1 que supone mucho aunque no todo. Este resultado para nada refleja lo visto sobre el terreno de juego ya que los rojillos han hecho un partido para olvidar. Penosamente jugado pero resuelto de manera satisfactoria. Empero, es el marcador final lo que cuenta y no la imagen que ofrecida en las pantallas de los aficionados.

El Leganés del "vasco" Javier Aguirre ha puesto el fútbol y Osasuna los goles; jugó muchísimo mejor el equipo pepinero pero fueron los navarros los que se llevaron los puntos a la buchaca. En parte recordó el partido de la ida (el del estreno liguero) donde los madrileños atacatron sin cesar, marcaron goles pero fueron anulados por el videoarbitraje para en los minutos finales anotar el Chimy y regresar con tres punticos de oro.

Parecido guión es el vivido en la tarde de este sábado. El míster Yagoba Arrasate puso como novedad a Fran Mérida en el once titular acompañando a Darko Brasanac; en punta se situaban  Enric Gallego y Adrián López. Un esquema que a priori denotaba calidad técnica en búsqueda de la victoria. Así fue puesto que en el nueve de partido se estrenó Enric Gallego como goleador. Marcó con una espectacular chilena un centro de Fran Mérida.

Las cosas se ponían de cara para los nuestros con un gol tempranero; podían llevar el ritmo del encuentro y mover la pelota con fluidez aprovechando las aberturas de los contrarios. Nada de eso. Osasuna se arremilgó y dejó que la iniciativa corriera a manos del conjunto visitante. Tres oportunidades dispuso el cuadro madrileño, además de otras tantas llegadas con mucho peligro al área de Sergio Herrera. Incluso en una de ellas un delantero del Lega se las vio con nuestro portero vis a vis. Se veía que el 1-0 era insuficiente para mantenerlo hasta el final. Se precisaba sentenciar y rematar la faena. En todo caso, los rojillos no gozaron de ninguna ocasión clara más hasta el minuto noventa y dos. Lo que se vivió entre medio fue una verdadera agonía.

El segundo tiempo fue un verdadero despropósito osasunista. Nada funcionaba salvo Sergio Herrera. Y gracias. No existía el centro del campo, menos la delantera y los defensas estaban desbordados. A los dos minutos tuvo una llegada Enric Gallego a puerta pero en vez de tirar buscó asistencia y truncó una oportunidad. Los del Leganés en cambio pusieron fe y buen fútbol hallando premio en un golazo de Javier Avilés en el minuto cuarenta y nueve. Disparó desde fuera del área y la coló por toda la escuadra. No acabó ahí el repertorio de los de Aguirre; dominaban todos los espacios, movían el balón con mucha facilidad, lo recuperaban, cortaban contrataques y tuvieron varias ocasiones para marcar. Una de ellas fue de Kevin Rodríguez con un fuerte chut que desvió en gran estirada Sergio Herrera.

Como nada funcionaba,  Arrasate hizo sus relevos. Cambió la media de Brasanac-Mérida por la de Íñigo Pérez-Jon Moncayola. Luego salió Kike Barja por Roberto Torres, Antonio Lato por Rubén García mientras Marc Cardona sustituyó a Adrián López. Pero nada cambió porque Osasuna no jugaba a nada y su adversario a todo. Menos mal que el marcador se mantenía inalterado siendo lo único positivo visto lo visto. Hasta el setenta y seis Osasuna no disparó a los tres palos y sin mucho peligro. Para mirárselo. No era descabellado el comentario del gran periodista deportivo Julio Maldonado "Maldini": el Leganés merecía la victoria por su despliegue y tesón en pro del triunfo.

Sin embargo, esto es fútbol y lo que mandan son los goles. Sorprendentemente, Osasuna sólo despertó en el noventa y dos disputando los cuatro últimos minutos del descuento cuando todo parecía indicar empate u otro gol del Leganés. Primero fue Marc Cardona quien tuvo la ocasión de anotar; cayó el esférico dentro del área pepinera pero su disparó lo atajó el portero Pichu Cuéllar. Dos minutos después fue Enric Gallego quien se internó en el área por la izquierda para lanzar un potente disparo; de nuevo el cancerbero intervino desviándola a córner. Se lanzó éste y apareció San Fermín en la testa de Enric Gallego; saltó más que dos defensas rivales marcando de cabeza por toda la escuadra. Quedaba minuto y medio pero ya no se vieron más cosas. Los tres dorados puntos se quedan en Pamplona. Increíble, pero cierto.

Cuanto peor estaba la cosa, se obró el mejor de los milagros. No hay otra explicación posible. San Fermín está dispuesto a congraciar a sus fieles pamploneses a pesar de no celebrar su gran fiesta este año. Efectivamente, el partido de hoy es como para hacerle una ofrenda en la capilla de San Lorenzo. En medio de la agonía ha bendecido a su ciudad con una nueva esperanza. La afición lo merecía, quizá no tanto los jugadores por lo demostrado hoy en el césped del Sádar.

Recapitulando nos quedamos con lo mejor. La victoria permite superar la barrera de los cuarenta puntos en la clasificación. Osasuna sigue dependiendo de sí mismo para conseguir su objetivo y marca más distancia respecto a los tres últimos clasificados. Avanzar, avanzar y avanzar es lo que cuenta. Juéguese mal o bien lo relevante es el resultado final. Cada jornada que transcurre se ve más claro jugar de nuevo en primera, pero las matemáticas son tozudas y hasta que los números no cuadren hay que ganar, ganar, ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar, ganar, ganar y ganar, ganar, ganar...  Próxima parada en Eibar y a por todas. No hay otra.

Esto es fútbol y nadie regala nada como ha comprobado el Leganés en este día. Hay que esforzarse hasta el último minuto. Medítese. Así siiiiiiiiií. ¡Mucha, mucha fuerza! Valar dohaeris.

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