domingo, 22 de diciembre de 2019

VERGONZOSÍSIMO OSASUNA - REAL SOCIEDAD 22-XII-2019

Lamentable partido el vivido en el estadio de El Sádar correspondiente a la decimoctava jornada de la Liga Santander. Vergonzoso, bochornoso, escandaloso y lo que se quiera añadir por parte del colegiado don David Medié Jiménez, que se ha convertido en genio y figura del encuentro. La derrota de Osasuna por 3-4 se explica por la gran actuación del árbitro que se llevó la "ovación" del respetable -hoy de 16.197 espectadores- al mejor hombre del campo. Siempre alguien puede resultar decisivo en un partido y hoy lo ha sido don David. ¡Qué mejor mérito que darle el MVP o premio al hombre del partido! Nunca en su carrera podrá alcanzar tal éxito como el cosechado esta tarde. 

Se dice que un arbitraje es sobresaliente cuando acabados los noventa minutos nadie se acuerda del tipo del silbato. Pues hoy, tanto en el descanso como tras el pitido final, el "pitolari" ha acaparado todos los focos. Su acutación ha desconcertado a toda la parroquia rojilla sin saber muy bien por qué. Condescendía con los realistas pero era riguroso y contundente con los osasunistas. Hasta el médico osasunista fue expulsado por este caballero, si bien luego se retractó (con Arrasate no tuvo tanta indulgencia) . Algo no visto desde hace años en el Sádar.

¿Qué hizo Osasuna para ganarse la inquina de este árbitro? El lo sabrá. ¿Fue duro el partido por parte de los dos equipos? No. ¿Provocó la Real a los jugadores locales? Tampoco. No hubo nada fuera de lo habitual en este sentido, pero la falta de ecuanimidad de don David Medié terminó por desquiciar a los jugadores y a la afición navarra. No se entiende que idénticas jugadas sean sentenciadas de distinta manera a lo largo del partido. Ni en segunda división tocó vivir algo así como lo protagonizado por el colegiado catalán. Salieron pañuelos blancos en la grada para desaprobar su actuación; asimismo, puede que alguna sanción más nos caiga por los insultos que le han propinado. No el que esto suscribe, conste en acta.

Osasuna jugó muy mal en la primera parte. Si bien los nuestros dispusieron de la primera ocasión clara con el cabezazo de Aridane al poste a los pocos minutos, a partir de ahí todo fue de cara para los realistas. Tres ocasiones antes del primer gol de Portu. Seguidamente, marcaron dos tantos más aprovechando los desbarajustes defensivos de los rojillos y la mala suerte (caso de la mano de Aridane en el tercer gol). Más de uno echó en falta la existencia de tiempo muerto para recomponer ideas y posiciones. La Real ganaba en todo y se convertía en el mejor equipo hasta la fecha en el Sádar. La afición osasunista contemplaba a un equipo irreconocible. Los de Yagoba Arrasate naufragaban en todos los aspectos y ni el más óptimista de los guipuzcoanos se podía imaginar una primera parte así. Sin embargo, al filo del descanso Aridane marcó un gol de cabeza y abría un atisbo de esperanza para la segunda parte.

La reanudación no pudo empezar mejor ya que a los cinco minutos el gran Chimy Ávila anotó el 2-3 en jugada personal, tras aprovechar el error de un defensa realista. A partir de aquí surgió un vendaval rojillo. La afición comandó a sus once jugadores en pro de la igualada. Se desbordaba a la Real que sufría al máximo. A punto estuvo de nuevo Chimy Ávila para conseguir el empate pero su remate desde el suelo fue rechazado por la defensa visitante. La marea osasunista se desplegaba como nunca lo había hecho; el estadio rojo fue un huracán que eclipsó a la copiosa lluvia de hoy.

La igualada era cuestión de tiempo, pero don David Medié se encargó de trastocarlo todo. Desquició a jugadores y público al no expulsar por doble amarilla a William José y eso hizo que se ganara la bronca del respetable. A mayor inri, sacó amarilla a Roncaglia por el manotazo que propinó al jugador de la Real que hacía falta sin que el colegiado interviniese. Posteriormente, consultó el VAR y juzgó la acción de roja directa. Para lo que quiso el colegiado usó tecnología, para lo otro no. 

Con este estado de cosas, Osasuna se salió del partido y perdió concentración -amén de pesar el cansancio físico- siendo aprovechado por su rival para marcar el 2-4 por obra de Isak. Con todo, de nuevo el Chimy Ávila logró recortar distancias en otra jugada personal zafándose de su defensor para dejar el 3-4 final. Resultado injusto a todas luces ya que el colegiado permitió más a la Real en el uno contra uno, mientras no le dejaba pasar una a los osasunistas. No se puede jugar contra doce. En desiguales condiciones de competición, es normal que el más débil acabe cayendo.

Cerramos. El árbitro se ha encargado a su manera de que Osasuna esté en una situación delicadísima. Dos derrotas seguidas ya y no hemos conseguido terminar la primera ronda bien lejos de la zona caliente de la tabla. ¡Muchas gracias señor Medié Jiménez! Nos ha dado un bonito regalo de Navidad que tardaremos en olvidar. Siga arbitrando de esa manera que así hará muchos amigos a lo largo y ancho de la geografía española. Sus salidas de los estadios serán toda una apoteosis que ni Messi podría imaginar algo así. 

Por lo demás, celebremos el merecidísimo homenaje que ha recibido un querido jugador de Osasuna: Xisco Jiménez. Actualmente en las filas del Peñarol de Montevideo. El bravo delantero ha recibido una sensacional ovación. Todos nos acordamos de su entrega, sus goles y su carisma en el campo. En vísperas de las navidades, ha sido todo un acierto poder verle de nuevo y aplaudirle una última vez. Siempre recordaré su gentileza y simpatía con los niños firmando autógrafos y dejándose hacer fotos con los más pequeños en Tajonar. Grande dentro y fuera del campo. Nada más ¡Feliz Navidad! a todos los lectores y a los que no me leen. 

Hoy ha sido un día desdichado. Así nooooooo. Valar morghulis.

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domingo, 15 de diciembre de 2019

IMPOTENTE ATLÉTICO - OSASUNA 14-XII-2020

Derrota para Osasuna por 2-0 en la decimoséptima jornada de la liga Santander; lo ha sido frente al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. Los rojillos caen con dignidad en un coso nada fácil. Se aguantó durante muchos minutos pero resultaron infructuosos ante la mejor pegada de su contrario, que estuvo más acertado de cara a puerta. Es duro reconocerlo, pero era algo previsible ya que la calidad individual de los del Cholo Simeone era manifiesta. Los osasunistas, no obstante, han plantado cara a su adversario y no le han puesto las cosas fáciles. Contención, salidas de balón, pases largos buscando al Chimy Ávila era lo mejor que ofrecía el conjunto navarro, pero ha sido insuficiente ante un Atlético de Madrid más resuelto a la hora de inquietar a nuestro guardameta Sergio Herrera. Se quería, pero no se podía. Impotencia es lo que quedaba.

Efectivamente, los jugadores navarros han conocido un partido muy cuesta arriba ya que el portero osasunista -repetimos- ha sido el protagonista del encuentro para los nuestros. Numerosas paradas ha tenido que realizar el cancerbero rojillo como para ser el jugador más destacado del once pamplonés. La más meritoria fue desviar lo justo un soberbio cabezazo de Joao Félix para estrellarse en el travesaño. Justamente, este extremo ya era un síntoma de que algo no terminaba de funcionar bien; un Osasuna que perdía metros y espacios ante su rival posibilitaba el trabajo extra del meta de Miranda de Ebro. 

No por eso Osasuna era un títere en manos colchoneras. Ni muchísimo menos; así, se intentaba llegar al área de Jan Oblak, pero el número de ocasiones fue muy bajo durante todo el partido. Algún que otro disparo y poco más para importunar la portería madrileña es lo más que hicieron los navarros. Con todo, un derribo a Darko Brasanac dentro del área rojiblanca no fue señalado penalti, pero tampoco intervino el VAR para asesorar al árbitro. Una jugada así puede cambiar un partido. Lo cierto es que la repetición de la misma no dejaba lugar a dudas acerca de la claridad del penalti. ¿Por qué no se pitó vía VAR? Eso es lo que el colegiado Munuera Montero y sus ayudantes tendrán que explicar. A Yagoba Arrasate le dijeron que se trataba de un resbalón. ¿Mentira gorda? Para el técnico vizcaíno si. Por de pronto, los perfiles navarros en las redes sociales estallaron indignados ante este bochorno. En fin.

Era demasiado. Bastante tuvo Osasuna con irse al descanso en empate. La segunda parte sería más de lo mismo. Un Atlético estirado en busca de la victoria y un Osasuna tratando de contener y enviar balones largos buscando la referencia del Chimy. Los de Arrasate resistían y trataban de filtrar balones al área de Oblak como podían, pero nunca hubo una oportunidad medianamente clara. Fue así como se llegó al minuto sesenta y siete; una falta en el lado derecho del área rojilla a favor del Atleti fue rematada de cabeza por Álvaro Morata a placer -es decir, sin oposición- marcando el primer gol de la noche. Lo dicho, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.

A partir de aquí, los colchoneros controlaron bien todo y amarraron el partido. Por su lado, el míster osasunista hizo cambios sacando a Róber Ibáñez, Adrián López e Íñigo Pérez por Oier, Roberto Torres y Fran Mérida, pero poco mejoraron el juego de Osasuna. Tanto fue así que ya en el setenta y cuatro Saúl Ñíguez marcó otro gol para los suyos tras una internada rápida y con fuerza en el área de Sergio Herrera. Terminó el partido sin que Osasuna gozase de una mínima ocasión para maquillar el resultado. No se pudo hacer más dadas las circunstancias.

Hoy Osasuna no ha jugado bien, pero tampoco mal. Sabía lo que buscaba si bien no lo encontró. Trató de neutralizar a su contrario, pero fue éste quien desbordó a los nuestros al final. En nuestra opinión, la clave de la derrota ha estado en la mejor defensa colchonera frente a la desacertada osasunista. Suena paradójico decir que quien mejor ha defendido se lleva la victoria, pero es que el Atlético de Madrid, al menos con el Cholo Simeone, así es como gana sus encuentros. Ya se comentó cómo Osasuna no acertaba a defender bien ante el Sevilla, hoy se ha vuelto a repetir la misma historia. Aridane Hernández sigue brillando por su ausencia. Sergio Herrera se ha esmerado al máximo, quizá demasiado. ¿Hay que mejorar en defensa? Tal vez, pues nos cogen demasiado la espalda sufriendo ulteriores apuros. 

La próxima cita será contra la Real Sociedad el 22 de diciembre en el Sádar, día del sorteo navideño. Esperemos que no sea la suerte quien decida el choque sino el buen juego de Osasuna para arrimar el ascua a su sardina. Los tres puntos siguientes serán vitales para mantener opciones de cara a la permanencia tras el revés de esta noche. Todo se verá. Por de pronto, así noooooo.......Valar morghulis.

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No bastó con combatir, ni con competir
 

lunes, 9 de diciembre de 2019

MILAGROSO OSASUNA - SEVILLA 8-XII-2019

Porque Osasuna tuvo todo para perder y salvó un punto. Así se resume la decimosexta jornada de la liga Santander ante el Sevilla C.F con 15.045 espectadores. No hubo suerte en la primera ocasión clara para los rojillos, se empezó perdiendo, fue expulsado Oier, hubo un balón al palo del Sevilla, tres intervenciones buenas del portero Juan Pérez, una corrección favorable del VAR y una avalancha sevillista han hecho sufrir  los indecible. A punto estuvo de conocerse la segunda derrota en el Sádar. Afortunadamente, el capotico de San Fermín en el día de la Inmaculada concepción de María obraron el milagro. Si no, poco o nada puede explicar que los andaluces se marcharan contrariados después de una segunda parte que dominaron claramente. Lo de esta noche ha sido para estar satisfechos por el punto logrado y sumar así en pro de la ansiada permanencia.

El partido se presentaba complicado ya que este Sevilla, dirigido por el ex-seleccionador nacional Julen Lopetegui, era un equipo compacto con una buena trayectoria en lo que va de liga. Por su lado, Osasuna se presentaba tras triunfar en Barcelona y presto para sacar algo positivo del duelo nocturno. A tal efecto, hubo pocas novedades en el once inicial; si acaso la entrada de Jon Moncayola y las no convocatorias de jugadores como Brandon o Lillo. Los primeros compases fueron optimistas para los rojillos ya que tuteaban al adversario buscando la pelota y la verticalidad del juego. Así fue como sucedió la primera ocasión para el Chimy Ávila; su cabezazo al larguero a la salida de un córner en el minuto cuatro daba esa sensación. Buenas vibraciones de inicio y actitud encomiable entre los jugadores navarros.

Empero, las cosas se torcieron -¡Y de qué manera!- a los diez minutos con la primera llegada de los andaluces a puerta. Así, Munir recibió libre de marca un balón largo para plantarse en el área y, sin necesidad de zafarse de su oponente, disparó a puerta consiguiendo el primer gol de la noche. Es lo que tienen equipos competitivos como el Sevilla. A partir de entonces, el partido cambió y se rompió para los de Yagoba Arrasate; las prisas, la falta de movilidad del balón, la presión del contrario a nuestra defensa, las imprecisiones en los pases y la falta de suerte hicieron que Osasuna estuviese errático y sin sitio en el campo. Se intentó de muchas maneras pero ni los laterales ni los pivotes podían generar jugadas de peligro cerca del área.

Asimismo, no quedó ahí la retahíla de infortunios puesto que Marc Cardona quedó inconsciente en un salto dentro del área sevillista. No tardaron en entrar al campo las asistencias médicas y posteriormente la ambulancia se lo llevó. En el momento de redactar estas líneas, el jugador catalán ha recibido el alta. Felicitación y agradecimiento al cuerpo médico que ha asistido al jugador ya que su celeridad ha evitado que la cosa fuese a más. Adrián López entró por el malogrado Cardona, aunque su actuación tuvo muchos grises.

Siguiendo con la crónica, Osasuna siguió intentándolo pero con más corazón que cabeza. Al menos se consiguió el empate antes del descanso por medio de un soberbio disparo del Chimy Ávila que perforó la red. No fue poco lo obtenido. Hacerle gol al Sevilla no es moco de pavo. Se llegó al final de la primera parte con los muebles salvados y aunque se conservaron hasta el final, el desarrollo de la segunda mitad fue un auténtico calvario para los rojillos y su afición.

De este modo, la ocasión clara, pero fallida, de Rubén García a los pocos minutos de la reanudación, la expulsión de Oier y la pésima actuación arbitral del colegiado Estrada Fernández condicionaron toda la segunda parte. Los sevillistas se echaron encima de los de Pamplona y gozaron de hasta cuatro oportunidades para marcar; algunas muy claras. Con este estado de cosas, salieron Fran Mérida y Unai García para relevar a Moncayola y Rubén García en tareas defensivas, pues otra cosa no se podía hacer. El Chimy Ávila bregaba todo lo que podía pero era insuficiente; el lateral sevillista Jesús Navas superaba a Estupiñán y el Chicharito Hernández se marchaba de sus marcadores con facilidad. Todo condimentado por la mala gestión del partido del árbitro y sus auxiliares que se ganaron la bronca del respetable por sus más que discutibles decisiones. Basta decir que el VAR tuvo que mostrar que Juan Pérez no cometió penalti al desviar un balón en botas de un atacante blanco. Todo el mundo lo vio así, menos el árbitro.

Finalizamos. Osasuna sigue en puesto de mitad de la tabla para arriba. Hoy se ha sufrido ante un buen conjunto pero se ha cosechado un valioso punto. La lección semanal que resta por aprender es que se debe mejorar en defensa ante rivales de gran entidad como el de hoy. El próximo será contra el Atlético de Madrid y más vale que recuperemos a Aridane si queremos tener alfiles o escoltas defensivos para remiendo de errores propios. Hoy se ha fallado en labores de retaguardia por lo que conviene tomar nota; menos especular con el balón y sí saber salir desde atrás con el esférico controlado buscando espacios libres. Otra nota a señalar es la posición de Jon Moncayola. ¿Es un lateral derecho probado o puede ocupar otra posición? El canterano muestra cualidades pero no parece que sea jugar por la banda su fuerte. De cualquier manera, si decíamos en comentarios anteriores que íbamos a encontrarnos en partidos muy complicados, la presente jornada ha sido así y se ha puntuado. Sea como sea, bienvenidos sean partidos como el de hoy. Así siiiiiiií....Valar dohaeris.

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domingo, 1 de diciembre de 2019

COMPETITIVO ESPAÑOL-OSASUNA 1-XII-2019

Morrocotuda victoria del C. A. Osasuna en la jornada décimoquinta de la liga Santander frente al R. C. D. Español de Barcelona. Duelo disputado con muchos sobresaltos en el estadio de Cornellá ante los conocidos periquitos. Un 2-4 que permite a los osasunistas resarcirse del mal sabor de boca ante el Bilbao la jornada pasada. Hoy los rojillos se llevan los tres puntos en tierras catalanas o tabarnesas teniéndolo todo en contra. El choque resultó poco vistoso en cuanto a fútbol, pero sobradamente emocionante y competitivo por parte de los nuestros. Efectivamente, las cuatro o cinco acciones claras, que el club navarro ha gozado en la segunda parte, han bastado para superar a los españolistas.

De poco sirvió que los locales se marcharan al descanso con un gol a cero a su favor. Como suele ocurrir a menudo en el mundo del fútbol, los errores se pagan y las numerosas equivocaciones de los barceloneses les han condenado. Si perdonas, no te perdonan y eso es los que los aguerridos osasunistas han sabido aprovechar. Dicho de otro modo, los jugadores navarros, sabeedores de la debilidad de su oponente, le han asestado cuatro goles como soles.

Empero, las cosas empezaron mal momentos antes del comienzo del partido. Así, el míster Yagoba Arrasate tuvo que prescindir del portero Sergio Herrera por molestias y dar la titularidad a Juan Pérez. Éste ha jugado de nuevo con Osasuna, si bien su actuación ha estado lejos de ser del todo óptima; dos errores suyos pudieron costar muy caro. Asimismo, se quedaron en Pamplona otros jugadores como Lillo, Brandon, Unai García, Juan Villar o Luis Perea en una difícil decisión para el técnico vasco. De este modo, el once inicial quedó compuesto por Nacho Vidal, Roncaglia, David García, Estupiñán, Oier, Rubén García, Darko Brasanac, Roberto Torres, Adrián López y Chimy Ávila. Un once que perfectamente podía exhibirse en el Sádar; en esta ocasión revelaba un punto de ambición para sacar algo positivo del partido en cuestión. Con esta idea salió un equipo dispuesto a jugar de tú a tú al Español, como así fue a la postre. Se llegaba al área, se buscaba la pelota, se abrían espacios y hasta se marcó un golillo en fuera de juego que fue, obviamente, anulado.

Una buena actitud de inicio que se vio trastocada por el empuje del Español que logró un gol de penalti en el minuto veinte. La pena máxima fue por una mano de Fausto Roncaglia tras cabecear un delantero españolista un centro al área rojilla. Todo ocurrió tres minutos después de la acción narrada; el colegiado andaluz Melero López revisó personalmente en el VAR la jugada y señaló la infracción. Marcó Marc Roca y puso el partido de cara para el conjunto local. Más tarde, el cuadro periquito estuvo a punto de sentenciar tras una salida en falso de Juan Pérez; la jugada terminó con el cabezazo de Pedrosa a las nubes cuando ¡Osasuna estaba sin portero!. A mi modesto entender, ésta fue la clave del partido ya que se hubiera visto otra segunda parte de materializarse en gol semejante ocasión. Ver para creer. Fútbol es fútbol que diría Vujadin Boskov.

Por su lado, Osasuna trató de buscar la igualada con disparos desde fuera del área. Chimy Ávila y Roberto Torres –en dos ocasiones- lo intentaron pero infructuosamente. Afortunadamente, la segunda mitad fue otro cantar y los rojillos dieron la vuelta al marcador en cinco sensacionales minutos. Rubén García, muy sobresaliente, cabeceó el centro bombeado de Estupiñán para perforar la red. Era el cuarenta y seis y dos minutos después un avispado Chimy Ávila aprovechó el error garrafal y propio de infantiles del defensa Bernardo para anotar el 1-2. Ni los propios rojillos se lo podían creer. A partir de entonces, Osasuna dominaba espacio y ritmo de juego, pero la desafortunada entrada de Roncaglia a un atacante rival le mereció la segunda amarilla y su expulsión. Arrasate quitó a Adrián López y metió a Raúl Navas para seguir con dos centrales.

Con este estado de cosas, el Español arreó y su entrenador Pablo Machín sacó la artillería pesada, lo que obligó a los navarros a contener como pudieron. A mayor inri, la cosa se torció aún más para los nuestros con la lesión de Nacho Vidal que motivó la entrada de Jon Moncayola. Muchos y largos minutos restaban frente a un contrincante que, lógicamente, se volcó de lleno buscando el empate. Sin embargo, siguió cometiendo errores que fueron los goles de Jon Moncayola y Roberto Torres de penalti. El primero fue aprovechando un balón que quedó dividido en una falta de entendimiento de dos defensas periquitos; el canterano cogió el balón y se plantó ante la puerta de Diego López para sentenciar el partido. Por su lado, Torres transformó la pena máxima tras llegar Chimy Ávila al área siendo zancadilleado por un defensa contrario. Ya en el descuento el delantero Caleri marcó el segundo tanto de su equipo pero ya era tarde. Final y tres puntos en el casillero osasunista.

Se empezó mal, se acabó muy bien. Osasuna ha sabido sacar petróleo de la endeblez defensiva del conjunto periquito. Poco juego pero sí muchas acciones aprovechadas para anular al contrario, que se ganó la pitada monumental de su parroquia. No podía ser de otra manera. Los rojillos no pueden ir de perdonavidas o salvaequipos en una competición sumamente exigente.

Los tres puntos permiten mantenerse lejos de la zona caliente a la espera de choques más complicados. Hoy se ha sabido sobreponerse a un marcador adverso, así como resisitir valiente y acertadamente cuando estaba contra las cuerdas; los jugadores han sabido leer el partido a la perfección para llevarse el gato al agua. Lo que ha faltado en desarrollo de juego, se ha ganado en astucia y picardía en momentos decisivos. Este triunfo lejos del Sádar permite renovar la ilusión de la afición osasunista una vez más. Los elogios por tan primorosa victoria no están de más ante tantas adversidades como las vividas hoy en la imaginada Tabarnia. Así siiiiiií. Valar dohaeris.




SI TE ARRIMAS A LOS MEJORES, GRANDES Y BUENOS ALGO DE ELLOS SE UNIRÁ A TI.