domingo, 13 de marzo de 2022

PATÉTICO BARCELONA - OSASUNA 13-III-2022

Derrota sin contemplaciones por 4-0 ante el F. C. Barcelona en la vigesimoctava jornada de la Liga Santander. Osasuna sale abochornado del Camp Nou en su peor partido de temporada. Ni los más pesimistas esperaban encajar tantos goles en tantas facilidades como se han ofrecido a un equipo que está en crisis. A su manera si se quiere, pero actualmente el Barcelona está muy por debajo del nivel que se le presupone. 

Al finalizar el partido el técnico osasunista, Yagova Arrasate, se ha despedido de su homólogo Xavi Hernández de manera efusiva, sonriente y complaciente ante su rival de esta noche. Parecía que era el único osasunista que salía del estadio satisfecho después de encajar una sonora derrota. ¿Dónde está la compostura? ¿No podía, al menos, aparentar cierto duelo? ¡Si hasta Xavi Hernández estaba más circunspecto al terminar el encuentro!

¿A qué ha ido Osasuna a Barcelona? ¿Qué pretendía el entrenador rojillo? De inicio vemos que saca a Iker Benito y Kike García ante un contrincante superior. ¿Por qué no sacar tres centrales ante un equipo con gran profundidad? De inicio, los culés han apretado y se veían muy resueltos a ganar la espalda a los nuestros. Así ha venido la jugada del penalti de Nacho Vidal a Pedri. Transformada la pena máxima, Osasuna se ha apagado para lo que quedaba del partido. Doce minutos ha aguantado con el luminoso a cero. Tras el primer tanto han venido los otros tres -dos en la primera parte y el último en la segunda- y por parte de jugadores de perfil bajo dentro de las filas azulgranas (es una forma de hablar) como Ferrán Torres o Riqui Puig.

Tras el descanso han salido Aridane, Unai García y Roberto Torres por Torró, David García y Rubén García. Tres buenos jugadores por otros que han dispuesto de pocos minutos esta temporada. ¿A santo de qué viene ésto? Sólo a disimular el ridículo de la primera mitad. Desde luego que Osasuna apenas ha tirado a puerta o disfrutado de córners o jugadas claras para marcar. Ter Stegen podía haberse ido a tomar un café. 

Arrasate tiene mucho que explicar por el malísimo juego mostrado, muy por debajo de lo que ofreció en el Sádar ante el Atlético o el Villarreal, clubes del mismo nivel que el Barcelona en estos momentos. Al acabar el partido, daba la sensación de que el club navarro le ha regalado tres puntos a los catalanes. La sensación era que Arrasate le daba cierto oxígeno al míster barcelonista para que viaje cómodamente a Estambul para la Europa League. 

Esto no es de recibo. Se ha mancillado la camiseta osasunista, corrompido el escudo y blasfemado el espíritu de lucha y entrega hasta el final. Es un deshonor caer sin pelea, más cuando se sabe que los jugadores rojillos son capaces de hacer buen fútbol. Por muchas diferencias que se busquen entre el Barcelona y Osasuna -que las hay y no sólo económicas- no es deportivo caer derrotado de esta manera. El periodista Juanma Castaño ha calificado el partido de hoy como el mejor hasta el momento de los culés. Algunos lo vemos de otra manera; Osasuna ha sido el equipo más flojo que ha pisado el césped del Camp Nou.

¡Bravo señor Arrasate! Ha hecho grande a un equipo, pero no al que le paga el sueldo. Tras renovar ufanamente hasta el 2024, hoy ha ofrecido a la afición rojilla y navarra el peor partido de lo que llevamos de temporada. Garantizadas las alubias, ya no importa el esfuerzo y la dedicación por hacer mejor las cosas.

Por todo ello, creo que el entrenador de Osasuna debería dimitir al final de temporada. Es un ridículo lo que se ha hecho hoy. Un desaguisado de difícil explicación. No vale decir que el contrario era superior en lo individual y lo colectivo; son zarandajas de manual y del mal perdedor. Si se pierde, se hace dignamente; se lucha de principio a fin hasta morir con la cabeza alta. Un partido como el de hoy era para jugar con tres centrales y no con un sistema defensivo que ha beneficiado a los Dembelé y compañía. Tanto ha sido así, que el técnico azulgrana ha visto oportunidad para hacer jugar a futbolistas poco habituales como Riqui Puig, Mingueza, Lenglet o Braithwaite. Esto no hubiera sucedido si Osasuna hubiese salido con otra mentalidad y un esquema de juego bien distinto. ¡Ojo al dato!

Faltan todavía puntos por disputar para conseguir la anhelada permanencia, pero a la vista de lo de hoy cabe preguntarse si Osasuna es consciente de ello. Al menos, debería serlo Arrasate, quien -insistimos- debería dimitir al final de temporada por mercenario del fútbol y ser poco profesional. No se puede usar a los jugadores para dejarlos en ridículo. 

El Barcelona sigue sin ser de otro mundo; ante la escasez de calidad de los rojillos parece que resurge de sus cenizas. Pero esto no es así. Hoy ha ganado fácilmente pero está a años luz para ganar un título nacional o europeo. En este sentido, los osasunistas han hecho hoy de salvavidas de un equipo a medio hacer y en busca de nuevas glorias nacionales e internacionales. 

Nada más. Arrasate debería dimitir. Sirvan las palabras precedentes de desahogo ante el espanto visto esta noche. Arrasate debe dimitir por no sentir la camiseta. Medítese todo con mucha, mucha fuerza. Así noooooo. Valar morghulis.

Otro cara de lo mismo en Navarra.com:

Los fastos de Arrasate terminaron en nefastos.

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