sábado, 19 de febrero de 2022

ESTROPEADO OSASUNA - ATLÉTICO 19-II-2022

Derrota de Osasuna en la vigesimoquinta jornada de la liga Santander ante el Atlético de Madrid por 0-3. Mal partido de los nuestros en un partido que fue poco vistoso futbolísticamente hablando. Venían los colchoneros de una derrota en casa contra el colista, recibiendo goles en casi todos los últimos partidos y sin opciones al título de liga peleando por entrar en puestos de Liga de Campeones. Pero hete aquí que los rojillos les han revivido. 

Demasiadas concesiones a un contrincante que sacó mucho con poco. Puro tacticismo el de los madrileños pero con regalos del anfitrión, especialmente en el segundo de la tarde que luego se comentará más extensamente. Menos mal que nuestro equipo venía de ganar en Vallecas (superando la barrera de los treinta puntos) porque lo de esta tarde ha sido un duro castigo, aunque no nos condena. Ahora bien, los errores puntuales se pagan caros ante equipos de reconocida factura. Por muy mal que éstos vayan esta temporada. 

La buena actuación de los navarros en la pasada jornada ha hecho que se repitiera once inicial. Así, Sergio Herrera, Nacho Vidal, David García, Juan Cruz, Manu Sánchez, Moncayola, Lucas Torró, Brasanac, Rubén García, Chimy Ávila y Ante Budimir conformaron el equipo titular. No obstante, las cosas se torcieron mucho a los dos minutos; para entonces, los del Cholo Simeone ya se disponían a lanzar su segundo córner merced a la iniciativa que demostraron tener desde el saque inicial. De ahí llegó el primer gol por obra de Joao Félix, quien remató a puerta sin oposición. Previamente, Luis Suárez molestó algo a Sergio Herrea en su salida sin que el colegiado Mario Melero López advirtiera falta en dicha acción. La cosa es que el tanto subió al marcador condicionando el juego de Osasuna en adelante. 

Efectivamente, los de Yagoba Arrasate tuvieron que ir a remolque de su oponente en lo que quedó de partido. Por su lado, el Atlético volvió a ser el equipo de la solidez defensiva y la rocosidad puesto que costaba ganarles la espalda y hallar un hueco para pensar, si quiera, lanzar a los tres palos. Con todo, antes del descanso Budimir estrelló un cabezazo en el palo y Nacho Vidal vio rechazado su disparo a los tres palos por Jan Oblak. Una pena irse al descanso perdiendo por un gol habida cuenta de que los madrileños tampoco se esmeraron más en ataque a pesar de su gol inicial. 

En otro orden de cosas, dejó mucho que desear la actuación del árbitro del partido. Si bien no condicionó el resultado, le faltó ecuanimidad a la hora de enseñar las cartulinas amarillas. La primera cayó del lado osasunista cuando los atléticos ya habían cometido varias duras entradas a los nuestros.

Osasuna lo intentaba con denuedo y persistió en esta actitud en la segunda parte pero no hallaba puerta. Llegaba al área contraria, la cercaba y ponía en aprietos a los defensas pero no se traducía en ocasiones manifiestas de gol. De hecho, cuando más cerca parecía que tenía el poder disponer de una ocasión clara, llegó el segundo gol visitante. Un balón que quedó dividido en el área atlética fue lanzado largamente hacia las botas de Luis Suárez, quien, avispado como es, sólo tuvo que disparar a puerta vacía. ¿Cómo a puerta vacía? Pues resultó que Sergio Herrera estaba totalmente fuera de su sitio, tal y como ha sucedido en otras ocasiones en el Sádar. El guardamente rojillo ha pasado de ser héroe (ante el Sevilla) a villano en la tarde de hoy. Su pifia ha costado el partido.

Difícil estaba la cosa para empatar pero semejante cagada condenó al equipo, quien no se  repuso en ningún momento. El míster Arrasate realizó cambios en tres pantallas; salieron Kike Barja, Kike García, Roberto Torres, Cote y Javi Martínez por el Chimy, Manu Sánchez, Nacho Vidal, Rubén García y Darko Brasanac, pero la cosa no fue a mejor si bien tampoco a peor. Lo más peligroso que sucedió fue un disparo de Kike García dentro del área pero que el meta atlético atajó sin problemas. Esa ocasión fue lo más peligroso de la segunda parte. 

No se podía, no salían las cosas. Era un querer y no poder. Osasuna ponía juego, movía la pelota, buscaba verticalidad pero los madrileños se encargaron de hacer los goles. De este modo, Correa cosechó el tercero ya en el cierre del partido al coger la espalda a la defensa navarra. Un gol más anecdótico que otra cosa porque la impotencia osasunista no podía con el bloque compacto y ordenado que era el Atlético de Madrid. 

Hoy no han salido las cosas como se esperaban. Un empate tampoco se hubiera visto mal, pero lo que no es de recibo son errores que cuestan partidos. Con un sólo gol de diferencia aún se podía esperar obtener algo, salvar un punto cuando menos; pero la carencia de Sergio Herrera en saber medir las distancias cuando sale fuera del área nos ha costado mucho. No se puede perder dando tantas facilidades.

Osasuna ha hecho de salvavidas. Si los del Cholo necesitaban un revulsivo tras el desaguisado de perder contra el colista, hoy los nuestros le han facilitado mucho las cosas. Probablemente, los rojiblancos no esperaban sacar tanto con tan poco; se conformaban con cerrar espacios y no arriesgar demasiado a pesar de que quedaban más de ochenta y cinco minutos tras el primer gol. Con un par de pases largos ya tenían ocasiones para marcar y de dos, dos goles. Esto no es de recibo. Da igual quien sea el rival que tanto no se puede regalar. El próximo partido será en San Sebastián contra la Real Sociedad. Lo de esta tarde condiciona mucho lo siguiente. 

¿Cuándo veremos un buen partido de los nuestros en el Sádar? Es una pena que los jugadores no brinden a su fiel afición un buen partido. No es que tuviera que ser el de esta tarde, pero ya pasan las jornadas en casa y todavía no se disfruta de goles y buen fútbol entre la masa rojilla (hoy de 20.040 gargantas). Por todo eso, medítese todo con mucha, mucha fuerza. Así nooooooooo. Valar morghulis.

Otro análisis de lo de hoy en Navarra.com:

El día que Sergio Herrera la pifió

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