miércoles, 19 de enero de 2022

PESADO CELTA - OSASUNA 19-I-2022

Derrota de Osasuna en la vigesimoprimera jornada de la liga Santander por 2-0 en su visita al estadio de Balaídos ante el Real Club Celta de Vigo. De nuevo la incertidumbre asola las expectativas de los rojillos tras un partido errático. En pocas líneas se puede resumir lo visto en el partido de hoy. Veintinueve minutos decentes hasta que marcó el Celta, de nuevo lo hizo nueve minutos después; hubo ahínco de los nuestros en la segunda parte pero sin fruto. Poco más se puede añadir a lo acontecido en tierras gallegas. Se retoma la senda de los resultados negativos dejando lo visto ante el Cádiz en anécdota. Mala imagen de los osasunistas, especialmente en el primer tiempo.

Salió un once determinado por las bajas, en gran manera en la defensa (Unai y David García en K.O. por COVID-19) para así dar entrada a Sergio Herrera, Nacho Vidal, Unai Dufur, Juan Cruz, Cote, Jon Moncayola, Lucas Torró, Brasanac, Kike Barja, Rubén García y Budimir. Más concretamente la cosa fue un 4-1-4-1. Novedad era ver un sólo atacante (Budimir) en el once inicial. 

La cosa no pareció mala a la vista del juego y oportunidades desarrolladas en los primeros minutos. Osasuna buscaba golpear primero y marcar el ritmo de juego. Por esta razón, se buscaba la referencia del croata rojillo que a punto estuvo de marcar si no fuera porque el palo de la portería viguesa lo impidió. Mala suerte. O buena fortuna para los celtiñas, que aprovecharon una defensa navarra adormilada para anotar el primero por medio de un disparo de Hugo Mallo en el veintinueve. En esta acción Sergio Herrera no atinó ya que pretendió blocar un balón que se prestaba al despeje. 

El caso es que esto hizo poner el partido del lado de los celestes quienes empezaron a marcar la batuta del partido hasta marcar el segundo tanto. En esta ocasión merced, de nuevo, a la incompetencia de los defensas rojillos. Santi Mina apuntilló a los nuestros y el marcador no se volvió a mover puesto que los locales se hicieron con el control del partido aun dejando la pelota en posesión de los osasunistas. Se llegó así al descanso. 

La segunda parte fue de dominio navarro salvo por algunas contras de los vigueses. Osasuna atacaba, peleaba, generaba peligro pero no encontraba la portería. De hecho, el portero celtiña apenas tuvo que lucirse en jugada alguna que pudiera meter de nuevo a los de Yagoba Arrasate en el partido. Pasaban los minutos y no había premio, por lo que el míster vizcaíno decidió poner toda la artillería para buscar un vuelco o cuando menos el empate. Así entraron al césped Kike García, Chimy Ávila, Iker Benito (debutante sin pena ni gloria que se llevó una amarilla), Roberto Torres y Manu Sánchez. Se arrinconó al Celta en su área pero no hubo manera de franquear el murallón defensivo llegándose al final del encuentro con el mismo marcador que terminó la primera parte. 

Lo cierto es que Osasuna ha estado poco resolutivo a la hora de contener y de finalizar. Se quería pero no se conseguía. Mucha voluntad pero poco acierto. Quizá por eso era necesario marcar primero, para ganar confianza e imponer el juego deseado. Sin embargo, este papel lo ha ejercido nuestro oponente en la noche de hoy. 

Por su parte, Arrasate ha intentado cosas pero sin gran acierto. Se vuelve de nuevo a la senda de resultado negativos y de mala imagen ante el aficionado rojillo. Parecía que con un sólo delantero hoy se vería otra cosa, pero la defensa coladero ha hecho que no sea así. El desorden en la zaga ha sido letal. La derrota se ha fraguado en la primera parte y no ha sido posible ni maquillarla en la segunda. La cosa ha pesado como una losa sobre los jugadores de Osasuna hasta el punto de hacer casi imposible el gran esfuerzo de la segunda mitad.

Vuelven las sombras a jugadores y afición. La derrota de hoy reabre las carencias de Osasuna. El míster con ideas desorientadas, los jugadores imprecisos y la directiva jugando a ser políticamente correcta. Mientras, los resultados contrarían a todos y seguimos en caída libre sin que nadie sepa cómo frenar esta irregulr trayectoria. ¿Qué es lo que ocurre? ¿No funciona nada? ¿Se sabe lo que se quiere? Preguntas y más preguntas pero que se deben responder en el campo. Hoy no se ha hecho en tierras gallegas y nadie sabe si se responderá en el Sádar. Mientras esto ocurra sólo cabe capear el temporal de la pandemia y esperar que Osasuna alegre la vida de tanto confinado. Medítese todo con mucha, mucha fuerza, pero así nooooooooo. Valar morghulis.

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