martes, 30 de noviembre de 2021

BAJÓN OSASUNA - ELCHE 29-XI-2021

Mal, mal, muy mal. Así se puede resumir lo visto en la decimoquinta jornada de la liga Santander para Osasuna. Esta noche ante el Elche C. F. Partido pésimo, de perfil bajo por parte de los rojillos que necesitaban ganar para enderezar el rumbo torcido tras los últimos encuentros, especialmente tras caer ante el Atlético de Madrid. La cosa estaba para no fallar y se ha fallado. Pudo ser peor pero el resultado refleja la pendiente cuesta abajo en la que se mete el club de todos los navarros. 

En el día de su santo patrón, San Saturnino, los rojillos no han propiciado una victoria a su afición. En lunes, a las veintiún horas, por debajo de los cero grados y con 16.485 especatadores se ha errado de modo palmario ante un contrincante que llegó al Sádar con el reciente cese de su entrenador y en situación de descenso. Lo cierto es que se trastocaron los papeles y parecía que los locales eran los que estaban en la zona caliente de la tabla. La gran fidelidad de los aficionados rojillos en un mal día apra asistir a un estadio, no ha sido correspondida en el terreno de juego por los jugadores.

Vayamos por partes. Salió Osasuna con Sergio Herrera, Nacho Vidal, Unai García, David García, Cote, Oier Sanjurjo, Moncayola, Kike Barja, Rubén García, Ante Budimir y Kike García. No empezaron mal porque antes del penalti a los seis minutos, dispusieron de dos ocasiones para marcar (una de Budimir y otra de Kike García). No obstante, el gol llegó a balón parado desde los once metros gracias a un claro penalti a Nacho Vidal. Ante Budimir lo transformó en el primero de la noche, pero ahí se acabó el partido para los nuestros. 

Efectivamente, los osasunistas no supieron como apuntillar la renta; dejaron hacer a su rival quien marcó en el minuto dieciocho tras peinar Fidel un balón a la salida del córner en el primer palo. Nuevamente, ni defensas ni Sergio Herrera supieron qué hacer ante un balón bombeado (ya pasó en el Wanda y suspuso el empate ante los colchoneros). Lejos de reaccionar, el cuadro Osasunista apenas disparó a la portería contraria y no gozó de ninguna ocasión clara. Es más, el Elche pudo adelantarse antes del descanso pero Sergio Herrera, ahora sí, intervino bien para evitarlo.

La reanudación conoció a un Osasuna con más mordiente merced a la fogosidad de Kike Barja en su posición. Se llegaba al área, pero no se definía claramente. De nuevo el Elche a punto estuvo de marcar en un remate a bocajarro que Sergio Herrera impidió que se colase en su portería. La afición no veía bien a su equipo. Se ponía más voluntad  que cabeza para intentar llevarse los tres puntos. 

Por otra parte, la dupla en la medular de Yagoba Arrasate no terminaba por funcionar. Oier hizo que se echara de menos a Lucas Torró y fue sustituído por Darko Brasanac. Tampoco Roberto Torres o Manu Sánchez pudieron mejorar el juego del equipo, ni dar más cobertura a los espacios que el Chimy Ávila trataba de abrir. Así las cosas llegó el final del partido siendo las ocasiones más claras para ganar para los ilicitanos. Para mirárselo.

En mi opinión, el míster Arrasate no ha acertado con la alineación y esquema de juego para el Sádar. Moncayola necesita mejor compañero centrocampista (¿Por qué no Javi Martínez?). El juego visto esta noche dista mucho de ser el de las primeras jornadas. Es más, en el Wanda Metropolitano se jugó mejor porque se sabía qué hacer, pero lo de esta jornada es para quedarse ojiplático. Se ha brindado al Elche la posición en el campo para evitar el juego navarro. Se han tardado en hacer los cambios cuando ya en la primera mitad se veía que la cosa no rulaba. Se pierden dos puntos vitales y casi los tres en liza esta noche. 

Hay que reflexionar mucho sobre lo acontecido sobre el césped del Sádar. Sergio Herrera nos está costando partidos. Oier sirve para destruir juego del rival pero no para crear. Conviene dar más profundidad y buscar antes a los extremos Barja y Rubén García al iniciarse un contragolpe. Parece que al equipo se le ha olvidado jugar a esto del fútbol. La noche futbolera deja helada a la afición rojilla que esperaba algo más de su equipo. 

Osasuna se adentra en tierra peligrosa; ya lo estaba hace unas jornadas pero no se atisba reacción alguna y esta liga no perdona a nadie. Juega contra si mismo. Más vale que haya reacción sonada en la próxima jornada o empezarán a oírse pitos en la grada por la dejadez del equipo en ataque. 

Pidiendo disculpas por el retraso en la publicación de esta entrada, medítese todo con mucha, mucha fuerza. Así nooooooooooo. Valar morghulis.

Atentos al azote propinado en la web de Navarra.com:

Arrasate se duerme en los laureles

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