lunes, 11 de octubre de 2021

INJUSTO ESPAÑA - FRANCIA 10-X-2021

Cayó la Roja ante Francia en la final de la Liga de naciones por 1-2 merced a una rigurosísima aplicación del reglamento, que provoca una injusticia a todas luces. Bien podríamos analizar los pormenores del partido en cuanto a goles, jugadas, jugadores, lances, faltas, posesión, tiros, córners y un largo etcétera de la ficha técnica de la final. Sería la crónica habitual que hacemos en los postpartidos en esto del balompié. No merece la pena porque una jugada absorbe todo lo que podamos contar de lo sucedido en esta noche fatídica para los españoles. Perder es siempre triste, pero cuando lo es injustamente no hay pena sino indignación.

En esta ocasión todo queda eclipsado por la jugada del segundo gol galo que, a la postre, ha posibilitado que España caiga derrotada. El colegiado del partido, Anthony Taylor, mas su equipo de asesoramiento en la sala VAR se han cargado el encuentro. España ha jugado contra más de doce (los once franceses, el árbitro inglés y todos los que pudieran estar en el videoarbitraje). Es para abrirles expediente disciplinario por incompetentes en grado sumo.

Efectivamente, su actuación ha ido en contra del espectáculo, el juego y, lo que es peor, de la justicia. Si los antiguos griegos creían que esta última era el más preciado de los ideales a conquistar, el cuerpo arbitral ha obrado lo diametralmente opuesto. Prevalece el vicio frente a la virtud. La iniquidad frente a lo equitativo y proporcional. Se aplica el reglamento FIFA para que un equipo sucumba a la injusticia y caiga en la impotencia. Así es imposible ganar cuando el juez comete parcialidad. 

La interpretación de la norma dice que Eric García disputó el balón y asistió a Mbappé habilitándole cara a Unai Simón, pero todo bicho viviente que vio la jugada sabe que no fue así. El defensa español trataba de interceptar o desviar un balón directo a la frontal del área aprovechando que el delantero del PSG se desmarcaba (pero en clarísimo fuera de juego). Por consiguiente, prevalece más la infracción que la intención de Eric García por desviar un balón en claro pase directo a puerta. Cierto es que el defensa del Barcelona lo toca o roza, pero en ningún caso asiste o cede el esférico a Kylian Mbappé. El central español no modificó en nada la jugada de los franceses, ergo no sería aplicable la normativa en este caso. Aquí los árbitros la pifiaron en su interpretación.

¿Cómo es posible que un artículo de ley genere una injusticia? Es un contrasentido. No hay jurista que no ponga el grito en el cielo ante semejante aplicación legislativa. Desde luego, resulta escandaloso lo ocurrido pero más la apatía de la Federación española por no levantar protesta ante las instancias de la UEFA. ¿Se han cagado ante Cefferin? 

Sin discutir ni cuestionar la victoria del país vecino, España debería devolver las medallas y el dinero ganado en señal de protesta por semejante bochorno padecido. No es que no se reconozca la derrota, es que se debe reconocer la injusticia recibida. Aceptar el título de subcampeón supone acatar que han obrado con justicia contigo, cuando no es el caso. Repito, no niego el triunfo galo pero sí la injusticia arbitral que se ha obrado. Esta es la cuestión. 

No es una pataleta de mal perdedor, sino saber que así no es digno perder. Se pierde con deportividad, esto es, con justicia; esa que hoy se nos ha hurtado negligentemente por parte del órgano arbitral. Si hubieran interpretado de otra manera esa acción, nada hubiese pasado porque estaba más que claro que Mbappé arrancó en fuera de juego justo cuando se le lanzó el pase en vertical en dirección a portería.

Rubiales no ha hecho acto de presencia ante semejante desaguisado. Tampoco la secretaría de Estado para el deporte. ¿Miquel Iceta habrá estado bailando en su poltrona ministerial? Difícilmente se va a respetar a España, si ésta no se tiene un mínimo de amor propio. La devolución de las medallas va más allá de lo simbólico puesto que supone una protesta formal de que así no se puede jugar a fútbol. 

Una norma que permite injusticias es arbitrariedad, valga la redundancia. Un reglamento para desequilibrar un duelo entre iguales implica caer en favoritismos. Ya sucedió en la Eurocopa de 1984 cuando el árbitro del partido, el checoslovaco Vojtech Christov, impidió a la escuadra de Miguel Muñoz mejorar su juego a base de beneficiar a la Francia de Platini. Así no es posible. ¿Casualidad que en otra final contra Francia el árbitro perjudique a España? Ahí lo dejo. Ya digo, España debería devolver medallas y dinero por no aceptar la actuación arbitral que daña el juego y la justicia en el deporte. Medítese todo con mucha mucha fuerza. Así nooooooooo. Valar morghulis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SI TE ARRIMAS A LOS MEJORES, GRANDES Y BUENOS ALGO DE ELLOS SE UNIRÁ A TI.