sábado, 23 de octubre de 2021

AGRIO OSASUNA - GRANADA 22-X-2021

Derrota por empate de Osasuna ante el Granada C. F. en la décima jornada de la Liga Santander. Un 1-1 por errores propios condenan a los rojillos a perder dos puntos en casa. Es más lo que se pierde que lo que se gana; de ahí que la sensación al finalizar el partido sea más de abatimiento que de alivio o satisfacción. Los detalles cuentan en esto del deporte competitivo y hoy un fallo clamoroso del portero Sergio Herrera ha posibilitado que los nazaríes se vayan a su tierra con un punto que les sabe a oro. En una primera mitad sosa, el primer gol de la noche abrió la lata para ver algo distinto, pero la falta de concentración y de atención al encuentro han echado por la borda la que podía ser la cuarta victoria seguida de Osasuna.

Los prolegómenos del partido brindaron una fiesta a la afición que no pudo hacerse el año pasado por culpa de la pandemia. Se tributó un homenaje a once ex-jugadores de Osasuna que representaban distintas generaciones de jugadores del club. Salieron al campo escoltados por abanderados que portaban el estandarte del club navarro. Posteriormente, el cantante navarro y gran osasunista Serafín Zubiri interpretó el himno del centenario, ahora sí, ante la nutrida afición rojilla reunida en esta fresca noche de octubre. Terminado el ritual del cántico se desplegaron desde las gradas unas inmensas lonas que exhibían el escudo osasunista. Dosis de ilusión se daban a un choque a este viernes de fútbol. 

Las cosas pintaban con ganas de victoria. A tal fin saltaron por la escuadra rojilla: Sergio Herrera, Nacho Vidal, Unai García, David García, Cote, Oier Sanjurjo, Lucas Torró, Darko Brasanac, Roberto Torres, Rubén García y Chimy Ávila. Novedades eran el Chimy, Cote, Oier y Roberto Torres. Había que rotar para descansar. Al parecer.

Sin embargo el desarrollo del juego resultó tedioso; pocas llegadas a puerta con mediano peligro, sólo un tiro a puerta y una salida fuera del área de Sergio Herrera que pudo costar un gol del Granada. Con todo, Chimy Ávila cambió el ritmo del partido al anotar un gol en el minuto cuarenta y tres. Fue un tanto de hombre de área. Efectivamente, el argentino supo revolverse bien dentro de ella cuando un balón dividido cayó en sus botas y supo colocarla en el fondo de la portería. Alegría en el graderío por el gol del comandante. 

Ahora bien, la pleitesía en la celebración del tanto a los de siempre sobraba; un sector del fondo sur que apoya a terroristas tiene doblegado a jugadores, cuerpo técnico y junta directiva. Parece que hay que congraciarse con los ultras para ganar paz. Eso es ceder al chantaje ante un grupo pro-terrorista.

Volvamos al partido. Entre medio hubo una jugada polémica por una mano de un defensa granadino dentro del área que no fue señalizada por falta previa de Oier, según el árbitro. Acción muy protestada por la parroquia local. Finalizó la primera parte con un resultado favorable a los nuestros y que condicionaba toda la segunda mitad.

La reanudación mostró un Osasuna estirado, con posesión de balón y llegadas con peligro al área para buscar el segundo gol que diese tranquilidad y mayor control al partido. Hasta dos ocasiones medianamente claras se tuvieron para ello; una de ellas a disparo de Kike García que desvió el guardameta granadino. Pasaban los minutos y no llegaba el gol ansiado. Por su lado, los andaluces trataron de estirarse merced a los cambios y un actitud más ofensiva. 

Fue de este modo como en el setenta y cuatro, Luis Suárez aprovechó un hueco dejado por David García para encarar sin oposición la puerta de Sergio Herrera; el defensa osasunista Cote le agarró de la camiseta por detrás derribándolo antes de llegar al área. El colegiado pitó falta y expulsión directa de Cote al ser el último defensa.  Jugar con diez condicionó el resto de minutos. Así, Yagoba Arrasate hizo varios cambios. A la entrada de Kike García y Moncayola se sumaron las de Juan Cruz, Javi Martínez y Manu Sánchez. Había que defender y en todo caso esperar a que Kike García bregase lo suyo en la delantera. 

Casi sale bien esta nueva táctica. Pocas ocasiones dispuso el Granada para marcar. Llegaba con cierto peligro pero no conseguía materializar oportunidades manifiestas de gol. Así estaba la cosa cuando en el ochenta y nueve, Montoro lanzó un balón bombeado a la puerta de Sergio Herrera, quien al estar muy adelantado nada pudo por evitar que el esférico se le colase dentro de su marco. Una vaselina, vamos. Los visitantes se hacían con el empate y así se cerró el partido. 

Con cara de circunstancias se quedaron los osasunistas al ver perder dos puntos por una desgraciada jugada. El error del guardameta rojillo ha costado mucho. Herrera es buen portero pero le falla su muy adelantada posición en el campo cuando el balón no corre cerca de su área. Ya en la primera parte, el Granada trató de colársela al verle descolocado tras su salida fuera del área. ¿Para que se tiene un entrenador de porteros en el cuerpo técnico? ¿Acaso no es un fallo de colocación básica del cancerbero?

Lo dicho; hoy Osasuna se deja dos puntos en el camino cuando podía haber sumado tres más a pesar de la expulsión. Vale que había que rematar la faena de manera clara con un segundo gol, pero el error de Sergio Herrera se convierte en un lastre ya que más equipos pueden ver una ocasión manifiesta de gol la errónea colocación del guardameta burgalés. 

Sabor más que agrio para la afición ya que podía haber visto un triunfo en una sesión de celebración por los cien años del club. Los once ex-jugadores de Osasuna se lo merecían y es de gran pena no poderles tributar el merecido homenaje con una victoria en el Sádar. Medítese todo con mucha, mucha fuerza. Así noooooooo. Valar morghulis.

Una análisis de lo mismo en Navarra.com:

Los errores se pagan con puntos

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