domingo, 12 de septiembre de 2021

ACHICHARRADO OSASUNA - VALENCIA 12-IX-2021

Lamentable derrota de Osasuna ante el Valencia C.F. en la cuarta jornada de la liga Santander. Y además de ser en casa, lo ha sido por 1-4 en un partido que fue más del cuadro che que del navarro. Los rojillos sufren un duro revés en fondo y forma. Hubo momentos buenos de los nuestros, al principio, pero finalmente se impuso el oficio y el acierto de un equipo visitante más hecho y competitivo. 

Salió Osasuna con Sergio Herrera, Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez, Brasanac, Moncayola, Lucas Torró, Rober Ibáñez, Rubén García y Kike García. Ya a los siete minutos anotó Osasuna el primer tanto de la tarde y de esta temporada en el Sádar. Marcó el canterano Jon Moncayola tras una buena elaboración de pases cerca del área valencianista; su tiro raso y al palo contrario ponía un marcador favorable que luego se quedó en un destello. 

Efectivamente, el Valencia no se amilanó y comenzó a llegar a puerta con mayor peligro hasta contar con dos ocasiones para marcar gol. Lo consiguió en la tercera merced a un centro al área que remató Maxi Gómez. Desde luego, se veía que se tenía a un contrincante de muchos recursos para coger la espalda a nuestros defensas. Siguió la primera parte y a pesar del empuje blanco, Osasuna dispuso de dos ocasiones. Una para Rubén García y otra para Kike García. Ambas naufragaron cuando el equipo más lo necesitaba para marcharse al descanso con cierto optimismo.

La segunda parte se preveía intensa. Por el resultado, por la actitud de los jugadores de ambos conjuntos y por el protagonismo a cada minuto que pasaba del colegiado vizcaíno De Burgos Bengoechea. Efectivamente, mucho se habló (entiéndase pitó y otras cosas que me ahorro por pudor) de la actuación arbitral. La falta de ecuanimidad del "pitolari" en las acciones de falta, el mal uso del VAR y un penalti hurtado a Kike García en la primera mitad, hicieron que el público pamplonés terminara desquiciado con semejante actuación arbitral. 

Por lo demás, el partido siguió por los derroteros del Valencia, o mejor dicho, por el coladero de la defensa osasunista que no cerró bien las llegadas de los delanteros blancos. De este modo, Guedes consiguió un golazo que ni el mismo sabe cómo lo introdujo a puerta. Más tarde cosechó el tercero merced a su internada sin oposición para disparar a puerta y batir a Sergio Herrera. El 1-3 parecía sentenciar el partido. 

Osasuna se estiró y logró un segundo tanto en el sesenta y uno por medio de Brasanac que le robó el balón al guardamente visitante anotando a placer. No obstante, tras más de un minuto, el VAR lo anuló por falta al portero. Una jugada y su posterior revisión que resultó altamente polémica por cuanto el árbitro tardó lo suyo en revisarlo; amén de la falta de protestas de los valencianistas hasta que vieron el gol en el videomarcador. Se hablará mucho de esto en las moviolas pero el caso es que no subió el tanto. Con eso te quedas.

Y como a perro flaco todo son pulgas, llegó el cuarto de la tarde para los valencianistas; Alderete remató a placer la salida de un córner sin que ningún jugador osasunista se interpusiera en su salto. Como era de esperar, Yagoba Arrasate tiró de cambios. Salieron Roberto Torres, Chimy Ávila, Cote, Ontiveros e Íñigo Pérez, pero ninguno logró cambiar la mala imagen que el cuadro rojillo estaba ofreciendo a su afición. Se tiró más de corazón que cabeza y se llegó así al final del partido en una calurosa tarde, donde Osasuna ha quedado achicharrado a base de bien.

Los jugadores osasunistas debieran volver a ver el partido en sesión especial para ver los errores cometidos en defensa. Está claro que ante las escuadras que optan a títulos o puesto europeos hay que cambiar de sistema. Hoy el planteamiento táctico ha sido más del incorrecto Bordalás que de Arrasate. El Valencia ha estado mejor posicionado en todo momento. Quizá jugar con tres centrales hubiese sido más factible para mantener mayor rigurosidad en defensa. Ya en el descanso, alguno pudo pensar -no sin fundamento- que un empate hubiese sido bienvenido. De medio campo para arriba, Osasuna ha hecho poco en toda la segunda parte. Apenas se ha tirado a puerta y el portero che ha tenido poco trabajo o inquietud en su arco (a excepción del gol anulado a Brasanac).

Osasuna se ha quemado. Ha mostrado endeblez defensiva y sabe que es muy difícil remontar en casa un marcador adverso. La buena labor de los primeros minutos ha sido trastocada por los numerosos espacios libres dejados al contrario, además de la poca oposición frontal a los embates de los delanteros contrarios. 

Llevamos cuatro jornadas, tres disputadas en casa y ninguna victoria. Difícil panorama si no se suman puntos en nuestro feudo. Mucho que reflexionar toca en estos momentos ya que lo visto esta tarde en el césped del Sádar no parece casualidad. El próximo partido es contra el Alavés en Vitoria. Veremos qué imagen nos ofrecen los rojillos tras el correctivo de la presente jornada. Por de pronto así nooooooo. Medítese todo con mucha, mucha fuerza. Valar morghulis.

Leed el fino comentario de Navarra.com:

Demasiado fácil para Guedes y los demás

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