domingo, 2 de febrero de 2020

DRAMÁTICO VILLARREAL - OSASUNA 2-II-2020

Drama el que se acerca para Osasuna tras caer en el Estadio de la Cerámica por 3-1 ante el Villarreal en la vigésimosegunda jornada de la liga Santander. No tanto por el partido en sí, sino por lo que significa de aquí a las próximas jornadas. Los tres puntos que han volado hoy muy difícilmente se podrán recuperar o arañar, cuando menos, la próxima jornada ante el siempre complicado Real Madrid. Por consiguiente, la posición de mitad de la tabla que hasta ahora se ha disfrutado puede volar y tener que mirar a cuanto se está del abismo. Y tampoco es que haya sido un desastre lo visto en el terreno de juego por parte osasunista.

El duelo de esta tarde era el primer partido sin el Chimy Ávila. Se le ha echado en falta aunque se pudo conseguir algo más de lo visto en el presente partido sin él.  La alineación de Yagoba Arrasate presentaba la novedad de Marc Cardona como hombre más adelantado junto a Rober Ibáñez de extremo e Íñigo Pérez en el medio campo. Con esta prueba se ha llegado a puerta, se han creado ocasiones pero no se han materializado en goles. No se ha jugado bien pero tampoco mal. A su vez, el Villarreal no ha pasado por encima a los rojillos pero irse al descanso con un gol le ha favorecido para que Osasuna se abriese más de la cuenta. 

Efectivamente, tras una primera mitad de tanteo mutuo, Paco Alcácer ha ganado la espalda a los defensas osasunistas saliendo desde su propio campo; se plantó en solitario ante Sergio Herrera para anotar. Hasta ese momento, hubo ocasiones relativamente peligrosas para ambos conjuntos. Empero, un tanto con doble error navarro (el citado error defensivo y la actuación dubitativa del cancerbero rojillo) ha echado por la borda un primer tiempo aceptable. Jarro de agua fría vivido pues el gol acontecía en el último suspiro del primer tiempo. Gol de los que duelen, y mucho.

No obstante, Aridane igualó las cosas en el cuarenta y siete con un soberbio cabezazo que perforó la red logrando el uno a uno. Las cosas regresaban al punto de inicio que querían los rojillos, pero poco duró la alegría en la casa del pobre. Para el cincuenta y tres Rubén Peña recibió un balón en el lado izquierdo del área y tras hacer una finta a su oponente disparó al segundo palo marcando el segundo de su equipo. Lo curioso del tanto fue que pasó entre una hilera de cuatro jugadores de Osasuna más nuestro portero sin que nadie se percatara de desviarlo. 

Ahí no terminó el revés ya que minutos después, Paco Alcácer volvió a ganar la espalda a los defensas rojillos para llegar sólo al área navarra (el VAR mostró que no existía fuera de juego). En esta ocasión, fue derribado por Aridane y nadie protestó por el claro penalti. Lanzó Santi Cazorla y dejó el marcador a gusto del público.

Lógicamente, el míster Arrasate hizo cambios. Sacó a las dos recientes incorporaciones: Enric Gallego y José Arnaiz. El primero estuvo desaparecido, mientras el segundo gozó de dos ocasiones para marcar en sendos disparos. También se reforzó el ataque rojillo con Adrián López pero eso no evitó la falta de acierto de cara a puerta. Se llegaba pero no culminaba y su oponente cerraba y contenía bien. Terminó el partido sin que Osasuna pudiese marcar algún tanto para maquillar la derrota. Una pena.

A nuestro entender la clave del partido de hoy ha sido la falta de competitividad. Ante un rival con jugadores de calidad, no se debe perder ni una sóla ocasión. Osasuna tuvo al menos tres para marcar cuando iba perdiendo. La escasez de capacidad goleadora era uno de los aspectos a mejorar en el mercado invernal, pero la idea se ha trastocado. La lesión del Chimy mas la de Toni Lato hace que el equipo navarro se las vea para marcar y ganar. Al menos, esa es la impresión que ha dejado en Castellón. Supo jugarle al rival pero no superarle en el luminoso.

Asimismo, el centro del campo rojillo sigue sin funcionar a todo gas. Ante la sanción de Darko Brasanac, se ha tirado de Íñigo Pérez en vez del veterano Fran Mérida, quien sigue acumulando minutos sin jugar a cada día que pasa por una razón u otra. Hoy Rubén García tampoco ha estado como en otros tiempos, pero cabe preguntarse si se debe a un bajón del jugador o a una mala conexión con los centrocampistas de su propio equipo. Medítese.

Hoy los errores defensivos nos han condenado (el primer y tercer gol), la media no contiene lo suficiente para facilitar la cosa a los delanteros y éstos no finalizan bien las llegadas con peligro al área contraria. Hemos perdido gol y la medular no gestiona bien la creación de juego. Muchos flecos que arreglar si se quiere sacar algo en claro para los próximos partidos. El calendario de la segunda vuelta es más complicado que en la primera. Osasuna cierra la jornada complicándose la clasificación en la antesala del durísimo partido frente al líder de la liga. Un Madrid cada vez más crecido.

Mucho se jugaba hoy y no se ha sacado rédito alguno de la visita a tierras castellonenses. Es lo que queda tras ver un partido igualado en muchos aspectos salvo uno: la competitividad. Ésta va a ser necesaria en partidos como el presente, donde no basta jugar medianamente bien para obtener algo en limpio. Deseando equivocarnos, nos tememos lo peor para la próxima jornada. Recemos para que San Fermín y todos los santos nos asistan. Un empate siempre será bienvenido. Por de pronto, así nooooo......Valar morghulis.

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