domingo, 6 de octubre de 2019

VICTORIOSO OSASUNA-VILLARREAL 5-X-2019

Remontada de Osasuna en la octava jornada de la liga Santander. Primera victoria en esta nueva temporada sobre el césped del Sádar. Hoy sobre el Villarreal C. F., uno de los mejores equipos de la clasificación. Un 2-1 que llena de alegría a los 15.349 aficionados congregadados en el estadio y supone un paso adelante. Debía ser así puesto que otro empate o una derrota condenaría a los rojillos a la zona caliente de la tabla, amén de distanciarse de sus más directos rivales por la permanencia. La alineación osasunista presentaba pocas novedades, tan sólo la de Roncaglia por el lesionado David García. El triunfo de esta noche es mucho por cuanto significa apuntalar los choques en casa para consolidarse en la división de honor del fútbol español. No ha sido fácil y durante muchos minutos se ha ido a la contra del marcador debido a un arranque fatal.

Se empezó perdiendo el duelo. En la primera acción del Villarreal, minuto cuatro, se marcó gol por medio de Pau Torres quien remató un despeje de Rubén Martínez tras botarse una falta. Mala suerte para los muchachos de Yagoba Arrasate que se vieron contrariados por tan tempranero tanto. Osasuna perdía así su sitio en el campo ya que desarrollaba un juego atolondrado, sin pensar mucho las jugadas de ataque y sin hallar puerta en varios córners o disparos a puerta que dispuso. Por su contra, los villarrealenses estaban mejor ordenados en defensa y salían velozmente hacia la puerta rojilla en rápidos contragolpes; algunos de los cuales pudieron significar el dos a cero. Los nuestros lo intentaban pero apenas se inquietaba al portero rival y se llegó al descanso sin una oportunidad manifiesta de gol. Faltaba más profundidad para traspasar la última línea defensiva de los amarillos, quienes dominaban la medular del campo anulando a Fran Mérida y a  Oier. En suma, cundió la incertidumbre por ver cómo se podía superar a tan rocoso rival en una noche otoñal.

La segunda parte, afortunadamente, fue harina de otro costal. Se inauguró con el golazo de Facundo Roncaglia al minuto de la reanudación; un soberbio disparo desde bien lejos del área castellonense se coló por el palo izquierdo del guardameta Asenjo logrando la igualada. No podía ser mejor para volver a pelear por los tres puntos. A partir de entonces las cosas cambiaron. Y mucho. Osasuna atacaba constantemente y desbordaba al contrario, si bien éste también contragolpeaba lo suyo como ocurrió en el cincuenta y dos de partido cuando Rubén Martínez hizo una gran parada al cabezazo de un delantero rival. Quedaba claro que el duelo podía caer de cualquier lado si cada equipo jugaba bien sus bazas.

Seguidamente, el míster Arrasate movió ficha dando entrada a Róber Ibáñez por Adrián López con el fin de dar más velocidad al ataque. De igual modo, la laboriosa presión del Chimy Ávila impedía que los del "submarino" amarillo saliesen con el balón controlado. Fue así como el argentino gozó de una clarísima ocasión en el sesenta y cinco de partido; tras un error garrafal de su defensor, se plantó sólo ante el portero rival pero su disparo lo detuvo el cancerbero en dos tiempos. Fue la más clara hasta entonces. Para entonces, Osasuna dominaba territorialmente y lo siguió haciendo tras los cambios de Oier y Rubén García por Moncayola y Darko Brasanac. 

Merced a la constancia fue el gol de la victoria final en el setenta y nueve; un centro raso de Rubén García quedó suelto tras un despeje de Pau Torres, pero cayó en las botas del Chimy quien la clavó al segundo palo sin que el portero Asenjo pudiera detenerla a mano cambiada. Delirio en la grada por lo que suponía alzarse con la victoria en casa y más cuando (¡Por fin!) se veía un nuevo gol del ariete rojillo tras numerosas oportunidades en anteriores partidos. Lógicamente, el Villarreal se echó encima de Osasuna para empatar pero la buena labor defensiva de los osasunistas impidió que el luminoso cambiara de números.

Resumiento, clara victoria de los navarros sobre los valencianos en un partido disputado a partes iguales. Del dominio inicial de los amarillos se acabó con el control de los rojillos, que es lo que cuenta a la postre. Hoy se ha ganado ante un duro rival que puso las cosas muy difíciles sobre el terreno de juego. Se ha cambiado de chip cuando hacía falta y se ha mostrado competitividad para doblegar a un contrincante en el Sádar. Cabe esperar que esta línea de juego y resultados se asiente más pronto que tarde porque la liga es complicada y cada punto que se suma sabe a gloria.

La oportunidad de hoy no se ha dejado escapar y debe ser la tónica el resto de la temporada. Enhorabuena a los bravos jugadores por su encomiable esfuerzo dando a la afición un triunfo en casa. La próxima parada será en las lejanas tierras de Granada ante la revelación del campeonato. Es un viejo rival que ya lo tuvimos el año pasado pero el presente es bien distinto. En cualquier caso, nada de amilanarse y a por todas. Así siiiiiiiií.....Valar dohaeris.

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