Victoria
importante del C. A. Osasuna en la décima jornada de la liga Santander ante el
Valencia C. F. por 3 a 1. Los rojillos regresan a la senda del triunfo y su
racha invicta en el estadio del Sádar. Hoy ante 14.976 espectadores que
asistieron a un buen partido de fútbol. Los muchachos de Yagoba Arrasate
supieron cómo remontar un marcador adverso como ya hiciera con otro equipo
valenciano (Villarreal), dando a entender que puntuar en Pamplona no es nada
fácil. Ya son treinta los partidos sin perder en casa, algo que siempre es
necesario en el caso de Osasuna. Esto le permite conseguir sus objetivos a
corto plazo. Que siga así la cosa y por mucho tiempo.
De
inicio el partido pintaba bastos a la vista del rival que tenía en frente. Un
Valencia con jugadores de la Roja, viniendo de empatar en el Wanda
Metropolitano y haciendo decentes partidos en la Liga de Campeones eran su credenciales en esta noche de domingo. En suma, un
atesorado contrincante. Salieron los navarros con algunas novedades por bajas o
sanciones; así, Raúl Navas acompañó a Aridane en la defensa, mientras Darko
Brasanac jugó en la posición habitual de Fran Mérida. Por arriba o la delantera,
el habitual Chimy Ávila fue acompañdo por Adrián López. Los primeros minutos
fueron de los locales, pues se vio a un Osasuna lanzado al ataque y dispuesto a llevar
la batuta del partido. Las dos primeras llegadas con peligro suponían una
declaración de intenciones. En efecto, los osasunistas querían marcar primero y hacerse así
con el ritmo del encuentro.
Sin
embargo, aun siendo buenas las sensaciones, el Valencia golpeó primero en el
luminoso a los trece minutos. Rodrigo Moreno marcó un gol tras una asistencia
de Gameiro quien se deshizo de Raúl Navas con facilidad, propiciando la jugada
del tanto. Jarro de agua fría para los de Arrasate, que veían torcidas sus
buenas intenciones iniciales. No por ello, los nuestros dejaron de cejar en su
empeño pero la buena colocación valencianista impedía crear ocasiones claras de
gol. Por su lado, el Valencia contemporaneizaba y trataba de aguantar las
embestidas rojillas para lanzar contragolpes. Poco duró esta estrategia ya que,
en el minuto veintinueve, Rodrigo Moreno se autoexpulsó al dar un codazo a
Pervis Estupiñán sin disputarse el esférico; ambos habían caído al suelo en un lance del juego. El linier lo vio todo y
así se lo hizo saber al colegiado Santiago Jaime Latre quien le enseñó la cartulina roja y directa.
Una acción incomprensible que a la postre perjudicó a su equipo pero benefició a
Osasuna; a nuestro juicio esta fue la clave del partido.
Tras
quedarse el Valencia con nueve, Osasuna apretó lo suyo y fruto de su
insistencia fue la jugada del gol de Oier, tras disponer Rubén García de una muy clara para empatar. El capitán remató de cabeza un centro al área y coló el balón por el
segundo palo sin que el meta visitante lograra interceptarlo. Tablas en el
marcador y vuelta a empezar, o mejor dicho, comenzaban los mejores momentos de los rojillos de aquí al final del partido. El descanso dejaba un Osasuna enchufado contra un
rival contrariado por la expulsión de su mejor jugador. Esta tónica siguió en la segunda parte.
Ya
en la otra mitad, Osasuna dominó de principio a fin. Marcó el segundo tanto
por medio de Rubén García en el cincuenta y cinco, tras un pase de Roberto
Torres. El VAR hizo acto de presencia para confirmar el tanto, cosa que hizo,
para delirio de la grada osasunista. Osasuna se mostraba muy competitivo y controlaba a su rival tanto individualmente como colectivamente. Los laterales Estupiñán y Nacho Vidal creaban
peligro por sus bandas, Brasanac estaba inconmensurable en su posición de centrocampista y el
Chimy Ávila facilitaba la creación de espacios para las llegadas de Rubén García
o Adrián. Con todo, el tercer gol se hizo de rogar ya que tras varias
oportunidades no fue hasta el ochenta de partido cuando Pervis Estupiñán estrenó su cuenta goleadora vistiendo la camiseta rojilla; un magnífico tiro dentro del
área terminó estrellándose en las mallas del Valencia por toda la escuadra. Gol
de la tranquilidad ante un Valencia que estaba acechando hasta disponer de una
jugada de gol, anulada por fuera de juego (usando el VAR incluido).
Terminó
el partido cuajándose una gran remontada. Osasuna se apuntala en la mitad de la
clasificación de momento. Las ausencias de Fran Mérida o David García han sido
bien cubiertas. La noche de hoy deja buenas sensaciones, aunque queda mucho
camino por recorrer. La afición ha jaleado al míster Arrasate por su buen hacer
a la hora de leer los partidos. Quizá el equipo todavía no ha llegado a su
techo de juego, pero tiempo al tiempo. En esta ocasión se ha vencido por
diferencia de dos goles, aunque bien podía haberse terminado con cuatro a uno
si contamos las numerosas ocasiones erradas por parte de los rojillos. Es
importante definir bien cara arriba en jugadas rápidas o contragolpes. Quedan
muchos partidos decisivos para jugar y conviene mentalizarse de que las cosas van
bien pero aún se puede más. Este es el camino con esfuerzo, constancia, valor,
coraje y tenacidad. Hay plantilla, hay entrenadores y, por supuesto, hay mucho
más que una afición. El osasunismo se siente y se palpa allá por donde se esté.
Cada ser humano posee un corazón rojillo, guste o no. Porque esto es Osasuna y
eso nunca va a morir. Así síiiiiiiiií. Valar dohaeris.
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