domingo, 15 de septiembre de 2019

JUSTO VALLADOLID - OSASUNA 15-IX-2019

Otro empate en la cuarta jornada de la liga Santander para el C. A. Osasuna. Esta vez ante el Valladolid en el José Zorrilla de la capital castellana. Un 1-1 da un reparto de puntos en un choque muy disputado a lo largo de los noventa minutos. Ambos conjuntos mostraron estar a la par jugando cada uno a lo que sabía. Más dominio pucelano si se quiere, pero contrarrestado por la mejores ocasiones de los osasunistas. Así ha sido el partido, lo que a uno le sobraba al otro le faltaba. Se veía claramente que ambos clubes tienen intereses en común por sobrevivir en la categoría de oro del fútbol español. 

El equipo de Yagoba Arrasate presentó pocas novedades en el once inicial. Fran Mérida y Rubén García salieron de titulares y de nuevo Brandon ocupó un puesto en la vanguardia. El estilo de juego rojillo fue muy parecido al de partidos como el Eibar o Barcelona si bien el Valladolid empezó dominando por completo en los primeros minutos. Con todo, la mejor ocasión fue para los rojillos en un balón largo hacia Chimy Ávila que ni él ni Brandon llegaron a rematar pero evidenciaba que los navarros no habían viajado a cerrarse en su campo. 

Efectivamente, todo el ataque de los nuestros tenía al argentino Chimy como referencia y se notó claramente al romper la defensa contraria en varias ocasiones. Producto de la presión incesante al equipo local fueron las otras tres ocasiones desperdiciadas; dos de ellas se estrelaron en el palo y en la más clara Chimy no logró rematar adecuadamente a pesar de poner el corazón en un puño a la parroquia local. Una pena irse al descanso sin marcar porque ante el empuje del Valladolid, Osasuna respondía con oportunidades manifiestas de gol. Esto condicionó el segundo tiempo y a la postre el resultado final.

El segundo tiempo comenzó con sobresalto para los rojillos; a punto estuvo de anotar el Valladolid en un centro al área que Sergi Guardiola peinó pero el balón salió fuera afortunadamente por el segundo palo. Todo un aviso de las intenciones locales para esta segunda parte. El conjunto castellano dominaba balón y espacios dejando a Osasuna sin entrar demasiado en juego pero tampoco disponían de ocasiones claras de gol. La defensa osasunista hacía bien sus labores de contención. Por su lado, el incombustible Chimy seguía fogueándose con los defensas vallisoletanos para permitir llegadas navarras.

Osasuna no encontraba oportunidades y las cosas siguió en impasse hasta el gol de Pablo Hervías en el sesenta y cuatro; una falta de barrera a pocos metros del área grande fue la única ocasión que dispusieron los locales para adelantarse en el luminoso. No podía ser de otra manera, es decir, a balón parado. En esta ocasión, un sensacional lanzamiento al modo de una "folha seca" no fue visto con suficiente antelación para saltar por Rubén Martínez comiéndose el esférico para caer en puerta. Una pena porque el meta rojillo apenas había tenido que lucirse. 

Lógicamente, Arrasate hizo cambios y dio entrada a Adrián y Robér Ibáñez para dar más frescura al ataque en vez de Brandon y Rubén García. Tardó en hacer efecto pero en la primera jugada de ataque, minuto ochenta y uno, se logró el gol merced a un buen movimiento del balón cerca del área rival; Chimy Ávila se internó por la derecha para centrar al área pequeña y permitir a Róber Ibáñez empujar el balón a la red. El gol dio oxígeno a Osasuna que pasó a dominar lo que quedaba del encuentro hasta el punto de disponer de dos ocasiones para ganar ya en el descuento. De nuevo ¡Cómo no! Chimy se convirtió en la pesadilla de la defensa pucelana; la primera al plantarse sólo ante el portero pero su remate flojo lo tocó el guardameta para desviarlo a córner. Luego remató de cabeza un balón bombeado que salió por poco. 

Se terminó todo con un empate en un duelo igualado, intenso y emocionante. Osasuna ha dejado buenas sensaciones por el juego desarrollado. El punto se rentabilizará si se gana el próximo viernes al Betis. Mimbres hay para ello pero hay que apuntalar el buen juego con goles para no tener que depender de otros factores. Las cosas hoy podían haber sido muy diferentes de haber marcado primero pues el Valladolid no gozó de muchas ocasiones aún siendo el conjunto local. La pega en la jornada de hoy ha sido que la ingenta labor del Chimy Ávila no va acompañada de otro jugador con el que entenderse para marcar con claridad. Se necesita un alfil para nuestro rey. Es lo que a nivel individual le ha faltado al ariete argentino. Gran labor con poco premio. 

En definitiva, buen resultado visto lo visto supeditado a lo que se haga en el Sádar el próximo partido. Por de pronto, las cosas siguen yendo bien porque se suman puntos. Un último detalle. El partido transcurrió con suma limpieza en cuanto a faltas o acciones agresivas se refiere, descontando la única amarilla del partido para Fran Mérida por juego peligroso. Así siiiií. Valar dohaeris.

Otra opinión la encontraréis en Navarra.com:

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