Otra derrota por empate de Osasuna en la trigesimoquinta jornada de la Liga Santander ante el R.C.D. Español de Barcelona. Un 1-1 que pudo ser victoria clara rojilla si se hubiera hecho una segunda mitad más esmerada por parte de los rojillos. Las tablas no marcan nada nuevo en la clasificación pero quizá cierta rendición ante el conformismo.
Hoy los navarros han jugado bien, pero no del todo. Los noventa minutos hay que pelearlos hasta el final y usar la cabeza para doblegar al contrincante. No ha sido un partido completo por parte de los osasunistas y la igualada del marcador es justa teniendo en cuenta las opciones de uno y otro equipo a lo largo del choque.
Salió Osasuna con Sergio Herrera, Ramalho, David García, Aridane, Juan Cruz, Manu Sánchez, Jon Moncayola, Darko Brasanac, Javi Martínez, Kike Barja y Ante Budimir. Tres novedades en la titularidad (Ramaho, Kike Barja y Javi Martínez) para ver como se puede jugar con otras alternativas. Lo cierto es que este once se marcó una muy buena primera parte; dominaba espacio, balón y llegadas al área. Juego al toque y poco al patadón.
Por su lado el Español lo intentaba pero eran los osasunistas quienes marcaban el ritmo del juego. Sus numerosas llegadas al área perica inquietaron a la defensa catalana, pero no tanto al portero Diego López. Se pisaba área rival pero no se materializaban en ocasiones manifiestas de gol. Así fue hasta el minuto cuarenta y uno, cuando un robo de balón de Javi Martínez pilló desprevenidos a los españolistas; el canterano rojillo pasó la pelota a Budimir quien dio una magistral asistencia a Kike Barja internándose en el área españolista y rematando a la primera para enviar el esférico por encima del portero y gol. Sensacional tanto por obra del de Noáin. Primoroso toque para salvar la salida del guardameta y colocarla en el segundo palo.
Se llegaba al descanso con un buen balance de juego y resultado. Quedaba por ver la segunda parte ya que el Español sacaría la artillería pesada. Efectivamente, salió su estrella Raúl de Tomás (RDT) para buscar la igualada. Sin embargo, la mejor ocasión para marcar de nuevo la tuvo Ante Budimir en sus botas al aprovechar un garrafal error de la zaga perica; el croata llegó al área rival pero en vez de asistir a un libre de marca Darko Brasanac, se embarulló y erró su tiro. Pudo sentenciar el delantero rojillo pero su egoísmo le pudo. A partir de entonces, se creció el conjunto local y empujó lo suyo para tratar de empatar, cosa que hizo en el sesenta y siete; Nico Melamed recorrió la frontal del área navarra para asestar un disparo por toda la escuadra y lograr el gol del empate. Otro gol para enmarcar.
Los errores se pagan y el de Budimir ha costado mucho. Yagoba Arrasate hizo cambios; sacó a Oier, Torró, Nacho vidal, Ruben García y Chimy Ávila para aguantar el arreón de los de Vicente Moreno pero también para intentar algo más cara a puerta. Alguna ocasión tuvo el Español para marcar de nuevo pero la fortuna sonrió a los de Pamplona. También las tuvo Osasuna en los dos últimos minutos. Primero el Chimy Ávila lanzó un disparo que pegó en el travesaño; posteriormente, el último córner a favor de los nuestros fue rematado de cabeza por Budimir pero el balón salió alto por poco. Una pena que la suerta no sonriera en esta ocasión.
El empate sabe a poco aunque pueda resultar justo desde cierto punto de vista. No se pierde, pero tampoco se gana. Si bien traerse puntos lejos del Sádar es positivo, no menos lo es que si se quiere hacer algo importante el partido de hoy -como contra el Elche hace siete días- no se puede dejar pasar. Osasuna debe ser más completo para hacer cosas importantes en el torneo regular.
En esta ocasión ha faltado un plus de acierto cara a puerta que se ha pagado al final. Los rojillos eran superiores en la primera mitad, pero han cambiado de faceta en la segunda parte. Cabe esperar que el próximo miércoles contra el Getafe la cosa sea de otra manera. Más regular y aprovechando mejor las oportunidades por escasas que sean. En suma, más competitivo y sin una camiseta tan hortera como la de hoy.
Cerramos la crónica de este día con una especial felicitación. En este caso para el equipo de balonmano femenino del Beti Onak de Villava y una especial dedicatoria a esa gran y simpática jugadora que es Lyndie Tchaptchet. La guerreras navarras van allanando su camino al ascenso en la máxima categoría nacional. ¡A por todas!
Medítese todo con mucha, mucha fuerza. Así nooooo. Valar dohaeris.
Otro forma de ver lo mismo en Navarra.com:
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