Victoria de Osasuna en la cuarta jornada de la liga española por 2-0. Un partido clásico de los de casa, esto es, triunfo por hacer valer su condición de local frente al oponente. En esta ocasión fue el Rayo Vallecano dirigido por el navarro Íñigo Pérez. El equipo rojillo acumula así dos de cal y otras dos de arena. Amarra en casa pero dejar de sumar fuera de El Sádar. No es mal comienzo pero en la liga se necesita algo más para conseguir tus objetivos. En todo caso, no se va por mal camino.
Los de Alessio Lisci saben que congraciarse con la afición es una forma de estar lo más arriba posible. Así se dejó ver a los quince minutos cuando un irreconocible Raúl García de Haro abrió la lata marcando en una excelente posición. Gol oportuno puesto que el equipo madrileño se mostraba activo, dispuesto a sacar mucho en su vista a Pamplona. Los vallecanos no se arredraron y buscaron la igualada en todo momento. Casi lo consiguieron puesto que les fue anulado un gol por claro fuera de juego y un balón que dio en el poste. Efectivamente, era necesario marcar otro tanto, apuntillar, sentenciar, rematar, etc. Con todo, se llegó al descanso con el luminoso a favor de los rojillos.
La segunda parte era a vida o muerte. Los rayistas seguían erre que erre buscando el empate. Osasuna no jugaba del todo mal pero se necesitaba otro gol para dominar completamente el ritmo de juego. Así las cosas, tras algunos cambios, Iker Benito inauguró su cuenta particular con un gol. El canterano logró quedarse sólo ante el portero y con sangre fría consiguió batirlo por bajo. Dos a cero y a contener al contrario para luego aprovechar las contras. Era el setenta y nueve de partido y las cosas se ponían tranquilas.
Osasuna suma 6 puntos de doce disputados. Queda mucho pero el ir en racha regular ascendente es lo que se exije; hay que cogerla y mantenerla. No hay otra. Sin un juego espectacular y ante un buen conjunto como el Rayo, se ha sacado mucho. La afición contenta de poder salir de El Sádar satisfecha. A destacar hoy la buena labor de Víctor Muñoz durante el primer tiempo, el oportunismo de Raúl, el saber estar de Aimar Oroz y las locuras de Sergio Herrera fuera de su área. Esto es lo que hay.
Próximo partido será el sábado 20 de septiembre ante el Villarreal en el estadio de La Cerámica. Un hueso duro de roer que pondrá a prueba nuevamente a los nuestros lejos de Pamplona. Veremos la evolución de los osasunistas tras cuatro partidos y a ver cómo resulta el reciente fichaje de Sheraldo Becker en Las próximas jornadas. En cualquier caso, así siiiiiiiiiiiiiiiiií. Medítese todo con mucha, mucha fuerza. Valar dohaeris.
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